Es más que probable que si hiciésemos una encuesta entre las 13.000 personas que según la organización asistieron a la segunda jornada del BIME Live obtuviéramos los mismos resultados que si hubiéramos preguntado al público de dos festivales distintos. Por un lado, fans de Imagine Dragons y Supersubmarina nos darían una imagen de lo que fue el sábado el BEC y el resto de asistentes otra muy distinta. Ofrecer un cartel interesante, con espacio para propuestas no tan mayoritarias, dejando espacio para grandes descubrimientos y asegurarse una venta de entradas suficiente para garantizar futuras ediciones es complicado. Los organizadores del BIME Live cumplieron de sobra: Nudozurdo, Michael Kiwanuka y, sobre todo, unas Savages que disiparon todas las dudas que pudiéramos tener sobre su siguiente trabajo, fueron los grandes triunfadores, pero sería injusto olvidar al resto de propuestas.
Mientras en el Escenario Teatro Pokey LaFarge encandilaba con su country blues / hillbilly, los autores de ‘Rojo es Peligro‘ se encontraron un Escenario 2 bastante concurrido en comparación a cómo estuvo durante la jornada anterior a la misma hora. Con las primeras filas repletas de fans, el resto de público entró de sobra en la propuesta de Nudozurdo dando pie, y eso que no muchos apostaban por ello, a uno de los conciertos del día. ‘Mil Espejos’, ‘Ha Sido Divertido’ y ‘No Siento el Amor y tu Amor es Falso’ sonaron a la perfección.
Savages entregaron su debut mientras intentaban quitarse el olor a hype – Geoff Barrow las llegó a comparar con My Bloody Valentine – y, quizá por eso, ‘Silence Yourself‘ obtuvo menos nota de la que se merecía. Tras el concierto que ofrecieron el sábado en el BIME, y después de pedirles perdón una a una por no valorar en su justa medida su disco, creo que puedo afirmar que sus seguidores tienen un líder: yo.
Sonaron impecablemente bien, Camille Berthomier con un carisma incuestionable se erigió como la sucesora de Siouxsie, estuvieron simpáticas («que sea Halloween no quiere decir que tengáis que estar como zombies») y, literalmente, arrasaron lo que pillaron a su camino. Después de ‘Fuckers’, que en directo es como una especie de ‘I Feel Love’ en plan satánico, la gente se quedó con la boca abierta durante más de 10 minutos. ES-PEC-TA-CU-LA-RES.
Sin tiempo casi para recuperarse del shock, Villagers presentó ‘Darling Arithmetic’, una preciosidad folk que puede llegar a recordar a Sufjan Stevens, en el Escenario Teatro. ‘Dawning On Me’, ‘Courage’ o ‘Twenty Seven Strangers’ lograron conquistar a los asistentes a pesar de tener el handicap de haber sonado después de un show realmente épico como el de Savages.
Richard Ashcroft, su madre y yo éramos los únicos que creíamos que el cantante de The Verve merecía estar con un nombre tan grande en el cartel. Después de que el bueno de Richard saliese con una guitarra a interpretar los grandes éxitos de su banda y ‘A Song For The Lovers’, se han quedado él y su progenitora. Sing along de los nostálgicos con ‘Sonnet’, ‘Lucky Man’ y ‘Bitter Sweet Symphony’, que hubiese sido tolerable si la actuación hubiese sido en el Teatro
. Y no, las canciones no ganan en acústico.Gracias al fiasco de Ashcroft Michael Kiwanuka lo tuvo todavía más fácil para convertirse en uno de los protagonistas del día y uno de los mayores descubrimientos del festival. Como si Stevie Wonder, Rodríguez y Bill Withers se hubiesen juntado para grabar unos cuantos temas: así suena ‘Home Again‘. Con un material de ese calibre y una banda apabullante, Kiwanuka puso al auditorio en pie en varias ocasiones.
Con Imagine Dragons ocurrió lo mismo que con Crystal Fighters. No aguantan comparación con el resto del cartel pero fueron de lejos los que más seguidores consiguieron convocar. Con veinteañeros cogiendo sitio desde primeras horas de la tarde, preparados para darlo todo con himnos (?) como ‘I Bet My Life’, ‘On Top of The World’, ‘Demons’ o una versión del ‘Forever Young’ de Alphaville, y dispuestos a que las peores estratagemas de Dan Reynolds para convertirse en líder de masas surtieran efecto, Imagine Dragons fueron los grandes triunfadores para un amplio sector del público.
Sallie Ford, en formato trío, conquistó el corazón de todos los amantes del garage. Insultantemente joven – era como ver tocar a la china fan de Sonic Youth de ‘Las Chicas Gilmore’ sólo que con mucha más pericia – Ford se lo pasó teta en el escenario.
Los de Kakkmaddafakka debieron de ir a la misma academia para ser estrellas de rock que Imagine Dragons y les cundió igual de poco. Insufribles en sus constantes llamadas de atención, los noruegos presentaron un nuevo single ‘Galapagos’ – una de las mayores naderías del año – y demostraron tener un poco de buen gusto al interpretar ‘What is Love’ de Haddaway.
Desgraciadamente para ellos, los !!! se los comieron con patatas a las primeras de cambio con un espectáculo que no por habitual es menos disfrutable. Fin de fiesta perfecto presentando ‘As if‘ acompañados de una corista espectacular llamada Lily. En serio, ¿se le puede pedir más a la vida? Ser negra, cantar bien y llamarte Lily. Desde aquí un llamamiento a todos los festivales: cerrad siempre con !!!, ¿vale?
Fotos: Gotzon Galarza Badiola.