Íbamos por la tercera canción, una ‘Queer’ que ciertamente había sonado no caótica pero sí desganada, cuando Shirley Manson contaba apesadumbrada que no podían continuar porque no oían nada por monitores, por lo que no sabían muy bien qué estaban tocando. Anunció una versión improvisada, que intuíamos acústica y más sencilla que su repertorio habitual, pero de repente los monitores volvieron y pudieron seguir con el setlist planeado. Comenzó ‘Driving Lesson’, pero el grupo sonaba tan descompasado y mal que tuvieron que abortar misión y volver a empezar. El desastre. ¿Dónde estaban los Garbage de 10 sobre 10 que hemos visto despuntar en La Riviera incluso presentando discos supuestamente menores?
El público, que llenaba el enorme Palladium que dobla en aforo a la mencionada sala madrileña, se mostró comprensivo con las dificultades técnicas, pero el show ya nunca fue lo apoteósico que correspondía. Sólo vibró de verdad durante los momentos cumbres de ‘Garbage’: ‘Milk’, hacia el final obviamente ‘Only Happy When It Rains’, en cierta medida ‘Stupid Girl’ y de manera más sorprendente ‘Not My Idea’, una canción que nunca fue single pero carne de directo, como ‘Fix Me Now’ o ‘My Lover’s Box’, esta última con Shirley a la guitarra. El resto quedó algo deslucido.
Sí cabe destacar que tan lejos llevaron su concierto de 20º aniversario que en lugar de llenar su repertorio de «greatest hits», Garbage prefirieron rescatar caras B de la época, versiones de la época y rarezas de la época, revisitadas en la reedición que acaba de salir. Así, de hecho, el concierto se abrió con las cortinas translúcidas echadas y la banda disfrazada en plan «furry» interpretando ‘Subhuman’ (cara B de ‘Vow’), y no dejaron de sonar versiones de The Jam (‘Butterfly Collector’, cara B de ‘Stupid Girl’) o Vic Chesnutt (‘Kick My Ass’), junto a favoritas de siempre de los fans, como ‘#1 Crush’.
Eso sí, en el bis, en el último minuto, decidieron traicionar conceptos para interpretar un par de hits, que suelen variar de concierto a concierto y que en Colonia fueron ‘Cherry Lips’, dedicada a la comunidad transgénero, y su obra maestra ‘Push It’. Aunque ni eso ni la habladora Shirley Manson, que se disculpó de la vergüenza que le daba no hablar alemán, como si esto fuese moco de pavo, lograron quitarnos del todo ese pequeño mal sabor de boca. ¿Sueno un poco amargado, verdad? Bueno, yo es que en realidad lo que espero como agua de mayo es la gira de 20º aniversario de ‘Version 2.0’. 6.