Puede que el sonido de Zhala no sea algo revolucionario teniendo en cuenta que mama de coetáneos como los anteriormente citados The Knife, Tove Lo (‘Horoscope’, en la que también se asoma la sombra de Grimes) o su descubridora (la balada del largo, ‘Right Way’s Wrong’, bien podría ser interpretada por la propia Robyn sin muchos esfuerzos), inyectando a sus composiciones tanto percusiones orgánicas como líneas melódicas electrónicamente gélidas que tanto podrían venir de unos Röyksopp como de unos Niki & The Dove.
Pero ello no le resta méritos a un trabajo caleidoscópico y lo suficientemente disfrutable en el que la joven, además de incorporar elementos del folclore de sus padres (como por ejemplo en esa estupenda ‘Holy Bubbles’ que, según su autora, explica la historia de una chica kurda que quiere ser una Kim Kardashian puesta hasta las trancas de ácido), también se alza como una vocalista de primer nivel. Además de todo ello, en directo está completamente loca (como pudo comprobarse el pasado año en el BAM de Barcelona) y no tiene reparos en titular una canción ‘Aerobic Lambada’ y otra ‘Me and my Borderline Friend in Trance’, por lo que lo suyo no deja de ser una reinterpretación psicotrópica y abiertamente alocada del synth pop más puntero.
Calificación: 7,3/10
Lo Mejor: ‘I’m in Love’, ‘Holy Bubbles’, ‘Prophet’ y ‘Slippin’ Around’
Te gustará si te gusta: el pop electrónico nórdico en mayúsculas
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