Después de ser condenado a 3 años de libertad condicional por suministrar drogas a una mujer sin su consentimiento, CeeLo publicó en Twitter unos mensajes sobre el verdadero concepto de violación que todavía a día de hoy son capaces de provocar el vómito. Hay que recordar que, aunque no se pudo probar, la mujer a la que drogó denunció también que el intérprete de ‘Crazy’ la había violado mientras ella estaba inconsciente. Dos años después, Green canta en ‘CeeLo Green Sings The Blues’: «nadie me quiere / mi corazón está lleno de amor incondicional / ¿cómo puede alguien odiarme?». Antes de llegar a este hito de la falta de sentido común, hemos tenido que escuchar un homenaje al protagonista de ‘Señora Doubtfire’ -y a un montón de cómicos norteamericanos- insoportablemente cursi y ridículo. «John Belushi nos conocía mejor que nosotros mismos y todos escuchábamos a Richard Pryor / (Oh) Chris Farley, ¿puedes escucharme?». Y, por si todo esto fuera poco, vuelve a usar el mismo recurso en ‘Est. 1980s’ listando a los artistas de los 80. Duran Duran, Billy Idol, Culture Club, Madonna, Mötley Crüe o Michael Jackson al grito de «we were made in the 80s».
Una vez eres capaz de superar estos crímenes al buen gusto y la dignidad de las personas humanas, ‘Heart Blanche’ tiene algunos momentos disfrutables. Tres. ‘Sign of the Times’ y ‘Better Late Than Never’ hacen que te acuerdes de Stevie Wonder, lo cual siempre es bueno, y ‘Tonight’, a pesar de un comienzo h-o-r-t-e-r-a y épico a partes iguales, se transforma en un pepino disco bastante irresistible. El resto es la nada más absoluta.
Escuchar el 5º álbum de CeeLo Green es como ver el monólogo del decrépito Jake LaMotta en ‘Toro Salvaje’. Es asistir, con entradas en primera fila, al ocaso de un tipo que a lo mejor realmente nunca tuvo nada que ofrecernos. Más allá del sonido retro que pocas veces consigue sacudirse el polvo, ‘Heart Blanche’ es una memez que ni siquiera Mark Ronson, productor de ‘Mother May I’, consigue levantar. Supongo que nadie ha tenido muchas dudas sobre quién era el que cortaba el bacalao en Gnarls Barkley – qué buena era ‘Run [I’m A Natural Disaster ]’ – pero a partir de ahora está meridianamente claro. Uno de los peores discos del año.
Calificación: 2,5/10
Lo mejor: ‘Tonight’. Pero es por decir algo.
Te gustará si te gusta: Ver a la gente arrastrarse
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