Aunque la pátina psicodélica/electrónica se pasea a lo largo y ancho de estas canciones, en el centro de las mismas reside el inagotable talento y habilidad de Weller para lograr melodías resultonas, que recorren distintas emociones, desde la furia del single ‘White Sky
‘ o ‘Long Time’ hasta la melancolía de la genial ‘Going My Way’. Es en cortes como ‘Pick It Up‘ o ‘Phoenix’ (otro momento de máxima inspiración del álbum, con sus aires bailables) donde mejor se percibe el tratamiento electrónico frente al clasicismo que ya conocíamos y, como ya comentábamos, en ningún momento unos elementos se comen a otros, quedando su estilo habitual perfectamente reconocible. Paul Weller ha culminado lo mejor que podía su intención de regresar a su universo clásico, aportando algo nuevo a la vez que sienta cátedra.Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Going My Way’, ‘Phoenix’, ‘Saturns Pattern’
Te gustará si: echabas de menos al Paul Weller de toda la vida, pero no te importa que haya una nueva vuelta de tuerca
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