‘Rumba a lo desconocido’ carece de himnos, de canciones señeras, pero, a cambio, su nivel medio es bastante bueno. Han recuperado frescura y se han sacudido el anquilosamiento que agarrotaba su anterior disco en estudio, ‘Estopa 2.0’. La inicial ‘Nadie sabe’ da buena medida de lo que es este álbum: temas anodinos de entrada que despegan y convencen; en este caso, su arranque de rock duro convencional deriva en un estribillo la mar de apañado. ‘Pastillas para no dormir’ o ‘Estatua de sal’, con sus conseguidos aires flamenco-árabes, van por los mismos derroteros, con los Estopa demostrando que la mano para las melodías no la han perdido. Mucho mejores en sus tonadas de amor/desamor/nostalgia que en las endurecidas o contestatarias. Porque cuando se ponen reivindicativos en ‘Gafas color de rosa’, llegan a dar algo de vergüenza ajena por culpa de una letra tópica y una melodía de lo más ramplona.
Tampoco convencen ‘Con el viento’, a causa de unos arreglos muy manidos que remiten demasiado a Sabina, la fallida ‘Tonto’ o la final ‘Sin sombrero’, un homenaje forzado (¿a un yonki? ¿A un suicida?) con visos de querer ser algo grande pero que se queda en casi nada. Cuando aparcan la ambición y se olvidan de ser profundos o epatantes, la cosa les sale mejor: la balada ‘Ando buscando’ (a pesar de remitir demasiado a otros momentos pretéritos estoperos), ‘Se me olvida la vida’ (una rumbita la mar de maja), ‘Donde va mi alma’ y, sobre todo, ‘Corona de Espinas’, con sus agradecidos toques de rock layetano, recuperan las buenas sensaciones iniciales.
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Nadie sabe’, ‘Pastillas para dormir’, ‘Estatua de sal’ ‘Corona de Espinas’
Te gustará si te gusta: Estopa, por supuesto, el Sabina más rockero.
Escúchalo: Deezer