Este es un disco que se desmarca radicalmente de lo que este mismo año la banda hizo junto a Cloud Nothings en ‘No Life for Me’. Instantáneo (ahí está ‘Pony’, un tema que bien podría haber firmado su novia Bethany Cosentino de Best Coast), con un marcado carácter pop punk perfecto para el target adolescente (‘Redlead’, de las mejores del lote, o la muy Blink 182 ‘Way Too Much’ pueden dar fe de ello) y obviando el halo lo-fi de sus primeras composiciones, escuchándolo resulta cuanto menos curiosa la trifulca que Williams tuvo con el sello Warner en las redes sociales hace unos meses. Si este no es un disco pensado por y para todos los públicos, un caramelo para una gran multinacional, ¿qué es entonces?
Las letras no resultan para nada prodigiosas (la ingesta descontrolada de alcohol, las salidas nocturnas que se van de madre y los típicos lamentos de borracho al que le han roto el corazón son los pilares sobre los que se sustenta su prosa). Pero por encima de ello están temas como ‘Heart Attack’ o ‘Flamezesz’ que desde la primera escucha, y con menos de tres minutos de duración cada uno, convierten ‘V’ en un entretenimiento súper disfrutable.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Way Too Much’, ‘Pony’, ‘Redlead’, ‘ Flamezesz’
Te gustará si te gusta: sentirte eternamente adolescente
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