Será una buena manera de comprobar cómo suenan en vivo sus nuevas composiciones, que hace unos meses definíamos así: «Sus canciones son más simples que el mecanismo de una caja de zapatos: ritmos sincopados y furiosos de bajo y batería, Williamson escupiendo por encima versos airados con acentazo del East Midlands, estribillos precisos y, muy de vez en cuando, algún adorno fugaz. Puede ser un trocito cantado en ‘Arabia’ o en ‘In Quiet Streets’. O algún sample para adornar un poco ‘Rupert Trousers’. Todo lo demás, directo y sin florituras. Son canciones son óseas, ásperas. Y altamente adictivas. Música que invita a ser bailada de manera compulsiva, con agitación de testas o dándose cabezazos directamente contra la pared. En esto, ‘Key Markets’ es muy similar al anterior ‘Divide and Exit’. No han variado la fórmula, sólo el grado de acidez y amargura. El resultado es un disco aún más oscuro y deprimente que su antecesor, pero igual de certero».