¿Estáis contentos con los resultados del disco?
Eva: «Muy contentos. La respuesta de la gente ha sido estupenda. Suena muy bien. La experiencia de ir a una radio y escuchar el disco con cascos… Suena muy poderoso».
¿Pero a la gente le ha gustado desde el principio o ha ido más bien poco a poco?
Juan: «A nosotros nos gustó la reacción respecto al single porque tiene una estructura atípica en cuanto a duración y a cómo va creciendo. Causó sorpresa y es positivo que un grupo, sea el que sea, cause sorpresa a los que lo siguen y a los que no lo siguen. Fue calando conforme se iba escuchando más, y en acústico en alguna radio, que nunca lo habíamos hecho, vimos que funcionaba también muy bien».
Tiene un punteo ochentero, luego guitarras post-rock… ¿cómo era la maqueta? ¿Cómo surgió esta canción?
Juan: «La idea original surgió en un hotel de Costa Rica, con las guitarras del estribillo».
Eva: «… que nacieron de la línea de bajo tan brillante que hizo Juan».
Juan: «La energía surgió allí y Eva trabajó en la parte más grave. Es una canción extrema, con una parte más sombría y otra más luminosa. Queríamos que la guitarras acompañaran ese viaje de contrastes. Y también queríamos que con la primera nota se reconociera la canción, que hubiera un motivo, un riff, una melodía que definiera la canción, que es algo que siempre nos ha gustado. Y eso fue de lo último que añadimos».
¿Y la coda final?
Eva: «La coda final nos la imaginamos como un fin de fiesta, con instrumentos descacharrados, incluso desafinados, aunque no hay nada desafinado… pero es lo que queríamos transmitir. Y a partir de ahí ya surge el resacón».
¿Creéis que habéis ido perdiendo fans?
Juan: «Nosotros creemos que no».
Eva: «Tampoco nos hemos planteado eso».
Juan: «Es verdad».
«Nunca nos ha importado ser número 1, ni cuando lo éramos ni cuando no lo somos»
A mí me gusta el disco, pero también suelo leer las listas de ventas y este es vuestro primer disco en mucho tiempo que no es número 1.
Juan: «Nunca nos ha importado eso, ni cuando lo éramos ni cuando no lo somos. Eso lo dijimos una vez en Buenafuente, donde nos dijeron «sois número 1″ y dijimos que no es lo que perseguimos, nunca hemos entrado en esa competición. Nos han dicho que este disco es disco de oro, o está a punto, y la gente quería celebrarlo, no es un premio sólo para nosotros, sino para todo el equipo».
Tengo la sensación de que evitáis la fama con el single ‘Llévame muy lejos’, vídeos como el de ‘Hacia lo salvaje’, o el nuevo en el que salís difuminados, en la portada del disco no salís… Es como si hubierais tenido una mala experiencia con la fama y la evitarais a toda costa.
Eva: «No lo buscamos, igual evitamos la fama de forma inconsciente».
Juan: «Te voy a decir una cosa, intentamos incluir una foto en el libreto y era romper algo. Si la foto hubiera aportado algo…»
Eva: «No tenía mucho sentido, dentro del concepto de la mano, meter una foto nuestra. Como hice yo las fotos, o salía Juan o salía yo…»
No ibais a poner un selfie…
Eva: «Me hice un autorretrato, pero no tenía sentido. La única figura humana es la que ilustra ‘Cazador'».
Independientemente de la duración del single, estaba seguro de que otras canciones del disco iban a tener más escuchas enseguida en Spotify, y en este caso ha sido ‘Nocturnal’, ¿nunca dudasteis sobre qué single sacar?
Estábamos entre ‘Nocturnal’, ‘Lo que nos mantiene unidos’ y ‘Llévame muy lejos’. Desde que nos juntamos para ver qué canciones íbamos a vestir para el disco, igual fue cabezonería mía, pero ‘Llévame muy lejos’ siempre me pareció el primer single, por su energía, por su línea de bajo y todo lo que hicimos en torno a ella. Mea culpa».
Juan: «No. A mí me parecía bien».
Eva: «Igual otras son más inmediatas, pero queríamos esta».
«No ha sido una decisión premeditada, pero si lo pensamos a posteriori, es como que hemos ido echando un pulso a la audiencia»
Última pregunta sobre el «suicidio comercial»: como pista 2, metéis una canción ambient. Hay discos con una intro y luego sale el single, pero vosotros la habéis puesto entre canciones.
Eva: «Es la intro de la siguiente, la hemos separado para que la gente no tenga que tragarse una movida instrumental, que es muy bonita (se ríe), y por eso la dejamos».
Juan: «La democracia de la era digital se ha cargado las estanterías de las tiendas de discos, ya no hay que ir a ellas para buscar funk, americana… Y se ha cargado también la dictadura del orden. Ellos eligen. Contribuimos a la democracia digital así. Nos encanta la intro, intentamos cortarla e intentamos una más convencional y vimos que perdía, como la portada con una foto. Es mejor dejarlo y darle a la gente la opción de que se lo salte. A la mejor a la cuarta escucha le das caña al equipo hi-fi, dejas la mente en blanco y te gusta».
Eva: «Nos costaba quitar la intro porque se fue construyendo con las aportaciones de todo el que iba pasando por la canción. Está llena de cosas espontáneas e inmediatas y se fue creando una pieza hermosa. ¿Sólo nos vamos a cargar esto porque la intro es muy larga?».
Juan: «Yo también creo que hemos apostado siempre por discos de largo recorrido. Nuestros discos han aguantado vigentes mucho tiempo. ‘Una pequeña parte del mundo’ vendió mucho más al final. Por ejemplo, el single de ese disco ‘Cómo hablar’ fue creciendo gracias a la versión de Antonio Vega. Siempre hemos confiado en que nuestros discos puedan ser de largo recorrido. Con ‘Estrella de mar’ pasó, estuvo en puestos intermedios de la lista mucho tiempo, vendió mucho. ‘Pájaros en la cabeza’ también, incluso ‘Hacia lo salvaje’. Todos han vendido mucho más de lo que esperábamos. No ha sido una decisión premeditada, pero si lo pensamos a posteriori, es como que hemos ido echando un pulso a la audiencia. Con todo nuestro agradecimiento sincero. Pero precisamente por todo ese apoyo no vamos a hacer lo que se espera que tuviéramos que hacer. Vamos a aislarnos y luego si os gusta, estupendo».
Eva: «Hay ideas preconcebidas sobre lo que le puede gustar a la gente o no, pero son erróneas. La gente está mucho más preparada para oír cosas distintas de lo que pensamos. Creo en la capacidad de la gente para escuchar cosas nuevas».
¿Te refieres a que en la radio siempre suena lo mismo, etc?
Eva: «No. Hablo del concepto de lo que tiene que ser un single, qué tipo de guitarras tiene que tener… La gente está mucho más por delante de lo que se cree».
Hablando de sleepers, leí en algún lado que «nunca ibais a hacer una canción tan buena como ‘Días de verano'», ¿cuál creéis que pueda ser la favorita a la larga de este disco, el ‘Días de verano’ de este disco? ¿Igual ‘Chatarra’?
Eva: ¿Sabes qué me pasa con el disco? Tocamos con acústica para los primeros compradores en Joy Eslava, y era la primera vez que tocamos todas las canciones una por una».
Juan: «Fue muy emocionante».
Eva: «Sobre todo ver que cada uno tiene su favorita. Está como muy repartido. Hay cosas curiosas. ‘500 vidas’ no es una canción que digas que es un single, tiene un ritmo muy pausado, y estaba entre las favoritas…»
Esa es otra canción que trata la anti-fama… como decíamos antes…
Juan: «Es curiosa la lectura».
Eva: «Al principio de la canción hay una frase que podría ser, a veces me apetece subir a un escenario a tope y otras disfruto de estar abajo».
Recuerdo una entrevista con Dorian, que interrumpieron sus fans unas cuatro veces. Es verdad que iban a tocar a la media hora al lado, pero lo recuerdo como algo terrible. Yo no podría vivir así. ¿Cómo lleváis vosotros la fama?
Eva: «Cuando vamos separados pasamos más inadvertidos».
¿Soléis salir juntos cuando no estáis de gira?
Juan: «Hacemos muchas cosas en común, tenemos amigos en común. Tenemos amigos que coincidimos de toda la vida, nos encontramos, solemos querer ir a los mismos conciertos».
Es raro porque los grupos suelen terminar hartos de tanto trabajar juntos. Es normal, ni una pareja… vosotros lleváis bien la fama, trabajar juntos…
Juan: «Si quieres pensamos en cosas que no llevamos bien. Según él parece que seamos perfectos. Está con cuchillo y tenedor».
«Nadie está preparado para el éxito brutal ni para el fracaso extremo»
Me inquieta mucho el tema de la fama, cómo se puede convivir con ella.
Juan: «Nadie está preparado para el éxito brutal ni para el fracaso extremo. Creo que los músicos y la gente que se dedica al teatro, donde tengo muchos amigos, compartimos cierta fragilidad, estamos «a merced del viento». Es bonito. Luego me he dado cuenta de que la gente que escribe también comparte eso con nosotros, pero lo he aprendido más tarde. A mí me desestabilizó mucho pasar de ser muy anónimos a todo lo contrario. Cuando el grupo explotó, tuve la suerte de tener a mi lado mi mejor amigo/a. También nos ayudó pensar en nuestras bandas fetiche. Era como estar en un barco que se movía a lo loco. No dormía mucho y tenía mucho tiempo para pensar. Entonces pensamos en clásicos de los 60, 70, 80, Stone Roses, los Smiths, nuestros ídolos… bandas que vinieron luego. Pensamos: «soy un eslabón de la cadena y todo lo demás es accesorio». «Tengo aquí mi amiga, con la que había ido a ver a Primal Scream o a Suede a Zaragoza». Con el tiempo te centras en la música, que sigue siendo un gran cohete para nosotros».
Los arreglos parecen bastante cuidados, como el piano de ‘Nocturnal’ tipo The National, o las guitarras que hay en el disco, o ‘Cazador’, que es casi como un electro que podría remezclar Mendetz…
Juan: «Nos encantaría. Esto es una cosa que se inventó Eva. Ella cree en el concepto abierto de disco».
Eva: «Ya no existe «solo esto». El disco digital te permite poner algo que no está en el disco entero, pero pertenece al mismo periodo creativo. Ya no son periodos cerrados sino abiertos. Estas canciones además podrían variar».
Entonces ya no dejáis canciones fuera porque por estilo no peguen.
Eva: «Siempre hay algunas canciones, que por lo que sea no acaban de estar terminadas, no acabas de verlas, pero no quiere decir que no vuelvas a ellas para otro disco».
¿’Ratonera’ nunca estuvo en este disco?
«En nuestros discos se percibe la época en que han sido compuestos, aunque sean historias personales. Muchas canciones van de relaciones personales, pero aparece la época en que han sido escritas. Como en una película. Siempre decimos que hacemos canciones porque es más barato que hacer películas».
¿Cómo estáis viviendo estas elecciones (la entrevista se hizo un par de días antes del 20-D)? La gente está muy perdida, y vuestras letras suenan sociales, desamparadas o por lo menos ambiguas.
Eva: «Pues…»
Juan: «En nuestros discos se percibe la época en que han sido compuestos, aunque sean historias personales. ‘Nadie nos recordará’ es una historia de dos personas. Muchas van de relaciones personales, pero aparece la época en que han sido escritas. Como en una película. Siempre decimos que hacemos canciones porque es más barato que hacer películas. Para que no parezca que estoy huyendo de tu pregunta, nosotros no militamos ni apoyamos a ningún partido concreto. Siempre que apoyamos causas han sido sociales, aunque que no seamos de ningún partido no significa que no tengamos una opinión. Pero nuestra visión creo que se refleja en las letras y en las causas que apoyamos. En 2002 sacamos ‘Salir corriendo’, una canción sobre el maltrato, cuando no se hablaba de él tanto en los medios y hay mucha gente que le extrañó. Nuestro primer single, ‘Rosita’, iba a de una chica que pedía en la plaza donde Eva estudiaba en la Escuela de Arte en el centro de la ciudad».
¿Y en este disco creéis que hay desamparo?
Juan: «¿Desencanto?».
Eva: «Sí, quizá. En realidad no es que sea desencantado. Ve esperanza en la esencia del ser humano. Está a medio camino, todavía piensas que la tabla de salvación puede ser el amor. El amor no conyugal, sino el que se respira en el ambiente».
A lo mejor es simplemente que los ganchos se lo quedan más bien frases tristes como «llévame muy lejos de este país sin corazón», «no hay nada bueno en mí», «las calles desiertas, no veo a nadie».
Juan: «Pero por ejemplo tiene que ver más con el estado anímico que con un país concreto. No decimos que vivamos en un país sin corazón. Nadie respira tampoco «oxígeno líquido en tus labios»».
Pero viniendo de ‘Ratonera’ es fácil entender el single como una canción social.
Juan: «Sinceramente no es una canción social. Vosotros titulasteis o dijisteis que es una canción social y si vosotros lo decís, está bien, es vuestra visión. Pero no la escribimos pensando en su contenido social porque entre otras cosas no solemos pasar dos veces por el mismo sitio, y nuestra idea del mundo ya la reflejamos en ‘Ratonera’«.
Eva: «Es una canción de amor».
Juan: «Y de carnalidad».
Eva: «Hay otras que son más el reflejo del entorno, ‘En el tiempo equivocado’ son dos amantes esporádicos en un entorno opresivo».
¿Cuáles transmitirían la sensación de «esperanza»?
Eva: «‘Llévame muy lejos'».
Pero bien lejos, ¿no?
Eva (se ríe): «‘Nocturnal’, ‘Nadie nos recordará’…»
El título no es muy luminoso…
Eva (se ríe): «‘500 vidas’… es un momento de tan intensa felicidad que quisiera guardarlo en esta caja…»
Juan, has mencionado un equipo de hi-fi, que es algo que se ha perdido totalmente y ya no suele figurar en las casas. ¿Cómo escucháis música?
Juan: «Yo escucho mucho en Spotify cuando viajamos, hay cascos buenos que te permiten escuchar los bajos, que yo soy muy obsesivo de los bajos. Escucho mucho música en el estudio. En casa en el ordenador con los típicos altavoces Bluetooth y otras veces en el equipo hi-fi, que no siempre lo conecto por pereza. Cuando el grupo explotó, lo primero que compré fue un buen equipo y me pegué años sin televisión, tenía el cuarto de estar sin tele, con las guitarras, el equipo».
Eva: «Yo también en el móvil, tengo el altavocito para el teléfono, luego tengo el plato… la verdad es que donde más escucho es en el teléfono».
Juan: «El altavoz con Bluetooth viene bien para los camerinos. Toni (Toledo, batería) pone cosas bastante rítmicas, y viene bien para la habitación del hotel. El hotel se convierte en tu casa con esta música».
¿Qué tenéis en el móvil ahora mismo? (ambos miran)
Juan: «Yo la última de Suede, ‘Like Kids’, que acaba de salir».
Eva: «Yo estaba escuchando un grupo con el que vamos a hacer una colaboración, residente en Madrid, ambiente retro sesentero, setentero, muy bonito. Se llaman The Chinese Birdwatchers».
¿Qué os parece estos artistas que no están subiendo sus discos a Spotify en los primeros días: Björk, Coldplay, Adele…?
Juan: «Tendríamos que pensarlo».
Eva: «Eso sería si la música sonara en la radio, ¿no?».
Juan: «¿Tú qué opinas?» (les explico mi postura).
Eva: «Yo uso Spotify como método de búsqueda. Me recomiendan algo, lo busco y lo escucho. Si me gusta, lo compro, ya sea en iTunes, o el disco. Creo que es una plataforma para descubrir cosas».
Juan: «¿Tú crees que habríamos vendido más al no estar en Spotify?».
«Me preparo para las risas tuyas y de tus lectores, pero nos sentimos en la periferia de la industria musical»
Os arriesgáis a que parte del público se vuelva contra vosotros como con Adele, pero ella ha vendido una salvajada y creo que grupos como vosotros, con una base de fans tan fiel, se pueden permitir probar.
Juan: «Nosotros no nos paramos a pensar mucho en temas estrictamente de la industria. Tenemos un sello, pero la filosofía de Antártida, nuestro sello, recoge nuestra filosofía desde antes. Me preparo para las risas tuyas y de tus lectores, pero nos sentimos en la periferia de la industria musical. No comulgamos con el sistema en la industria, y tenemos muchos amigos en ella, que no se entienda como una ofensa. Pero para hacer canciones nos hemos colocado siempre en esa periferia. Hemos tomado decisiones que desde la industria son desaconsejables y que nos han hecho llegar a donde estamos. Rechazar campañas, decir que no al uso de nuestras canciones en sitios muy potentes…»
Yo creo que esto se percibe, tenemos el típico lector que te dice: «¿Pero cómo comparáis a Amaral con The National?», pero creo que en general se percibe que habéis cuidado las cosas.
Juan: «Pero en esa periferia ya estábamos en ‘Estrella de mar’. Yo fui a ver a The National a Vistalegre solo, porque a casi ninguno de mis amigos le gustaban. Tengo que decir que es uno de los peores conciertos que han sonado de los que he ido, aunque no por ellos, que tocaron muy bien. Los guitarristas me recordaban a cosas que yo hago con la guitarra. Me fui de la grada a primera fila, y me di cuenta de que probablemente si yo hubiera tenido que salir ahí, haría con la guitarra las mismas cosas. Tus lectores dirán «este tío es gilipollas, si es mainstream y es tonto», pero para mí eran un grupo muy cercano».
Eva: «No puedes estar todo el rato pensando lo que van a pensar».
Juan: «Ya, ya, pero me gusta reírme de nosotros mismos también. The National son una gran banda. Tienen grandes canciones, que creo que es lo que nos importa a los tres que estamos aquí».
Estáis ya en la maratón de festivales, con gente como Izal, Vetusta Morla, Love of Lesbian… estáis coincidiendo con grupos de este tipo.
Juan: «En festivales hemos tocado siempre, en el primer disco nos programaban con luz, éramos letra chiquitita. Luego hemos ido a donde creemos que podemos sonar bien. Vamos a intentar hacer 25 conciertos por toda la geografía para que la gente nos pueda ver cerca de su casa, y festivales haremos solo 3, empezando en el SOS, que muchas bandas amigas que han ido dicen que el equipamiento estaba bien y que podíamos sonar muy bien».
¿Algún artista que os haya sorprendido en el backstage como fan vuestro?
Eva: «Nos sorprendió la teclista de Belako, que se nos acercó en Pamplona».
Juan: «Son un gran grupo. Yo charlé con ellos después de tocar y me encantaron».
Eva: «Me encantaron, son una salvajada de energía en el escenario, unos chavales con 20 años. Me gustaron mucho y al terminar la teclista se acercó para decirme que le gustábamos porque sus padres nos ponían en el coche, que es algo que nos dice mucha gente. Me hizo mucha ilusión y me dan ganas de preguntarle «¿qué ha pasado en medio? ¿Cómo has pasado de escucharnos a nosotros a hacer esto tan salvaje?»».
Juan: «Con todos los que has nombrado hemos tocado, muchos de ellos son amigos. Hemos tocado con muchos ellos y muchos más. Yo creo que siempre ha sido así».
Pero también estáis yendo a festivales donde no habíais tocado, y no sólo por ser nuevos como el Dcode…
Juan: «Cuando estaba Festimad tocábamos Festimad, fue antecedente de Dcode».
¿No fue MetroRock?
Juan: «Ahí tocamos con Lagartija. Y en Festimad por la mañana en una cosa que ponían para los grupos que empezaban. Luego en la edición reciente de Dcode recuerdo que actuamos con Santi Balmes de LOL y estuve charlando con el cantante de los Foals. Tenía muchas ganas de ver a Vampire Weekend porque tenía los discos y además se petó».
Eva: «En Dcode me estoy acordando que había liga de fútbol. Creo que dos chicos de Izal jugaban en nuestro equipo».
¿Y tú no jugaste?
Eva: «No, esa mañana yo…»
¿Qué pasó?
Eva: «Estaba muy cansada, durmiendo básicamente. La noche anterior estaba muy nerviosa porque llevaba mucho tiempo sin tocar, salí con una amiga y una cosa llevó a la otra y…»