Este tercer álbum en solitario (el primero bajo la protección de Bella Union), más que ninguno de sus discos anteriores, es todo un ejercicio de nostalgia actualizado a los tiempos que corren. Su poderosa voz, de una marcada tonalidad punk, ya asoma nada más empezar como protagonista absolutista de esa deliciosa ‘Restless Year’ con regusto a los ochentas. Pero al arrancar ‘Lousy Connection’ empiezan a aflorar, asimismo, las invocaciones a Phil Spector, The Beach Boys y hasta a la mismísima E Street Band de Springsteen por el uso de unos saxos que aportan un gran carácter a su peculiar universo creativo (los vientos también hacen acto de presencia en otros números como ‘Wobbly’ o la pegajosísima ‘Body Was Made’).
Por su parte, también hay ramalazos a The Velvet Underground (‘Tip of a Match’) y hasta temas como ‘Hour of Deepest Need’ o ‘One Day’ que se valen del folk y la figura de Neil Young para esculpir delicadas melodías de una gran belleza. El resultado es un disco entretenidísimo de principio a fin en el que Ezra Furman tanto habla de sus crisis mentales (ahí están ‘Haunted Head’ o la festiva ‘Can I Sleep In Your Brain’) como de las ansias que todos alguna vez hemos tenido de huir de nuestra zona de confort para resetearnos y empezar de cero. Él es todo un genio y figura que tiene mucho que decir en los próximos años.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Lousy Connection’, ‘Hour of Deepest Need’, ‘Tip of a Match’, ‘Body Was Made’
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