Eleanor Friedberger: «Se minusvalora como compositora a Yoko Ono»

Eleanor Friedberger actúa este martes 9 de febrero en Barcelona con Alberto Montero (Sala Jamboree). La «Fiery Furnace» acaba de firmar su tercer disco en solitario, en el que ahonda en la senda iniciada en ‘Last Summer’ y ‘Personal Record‘. Como es habitual, la prensa internacional ha elogiado este nuevo ‘New View’, un trabajo detallado y artesanal, tan concienzudo y centrado como se intuye a la propia Eleanor en la conversación que sigue.

«La mayor parte de mi música trata de emular lo que se grabó en los setenta»

Tu disco comienza con sonidos de cinta, y suena de esa manera que a los críticos les gusta definir como «vintage», «analógico», «cálido»… la referencia a la década de los 70 es casi inevitable. ¿Te exaspera a veces esa constante conexión? ¿No es quizá momento de aceptar que quizá artistas como tú son tan contemporáneos como uno de, por ejemplo, EDM?
Hablar sobre música parece estar volviéndose más y más difícil; al menos en lo que leo últimamente. En realidad no hablan de música para nada. La mayoría mencionan las letras y lo que piensan de mí como persona. Es un poco frustrante, pero yo me sorprendo también a mí misma haciendo lo mismo: llamándolo 70s. Y es que al final es la década cuya música me gusta más; la mayor parte de mi música trata de emular lo que se grabó en los setenta. Llamar a algo «setentero» es una referencia útil y rápida, y todo lo que ayude a entendernos al hablar de música es bueno, en mi opinión. Pero supongo que estaría bien que la gente elaborara un poco más sus descripciones…

Me gustó mucho ‘Personal Record’. ‘New View’ me recuerda a él pero a la vez suena diferente. ¿En qué difieren? ¿Qué es esa «nueva visión» del título?
Yo creo que suena a cinco personas tocando juntas en una sala. Es bastante relajado. No grabamos con claqueta; simplemente éramos gente tocando juntos. Las baterías están más bajas en la mezcla. Por simplista que pueda sonar, esas son las mayores diferencias.

Muchas críticas del disco aluden al hecho de que te has mudado de un entorno urbano a otro rural, y lo destacan como algo que se percibe en el disco. Yo no lo veo tan claro. ¿Qué piensas?
Creo que es muy difícil determinar exactamente cómo el entorno afecta al arte. No sé qué hace que una música suene a un lugar determinado si es que es así realmente, o si simplemente decimos que suena a ese lugar porque sabemos que viene de allí. Sí sé que cuando escucho mi primer disco suena un poco tenso y claustrofóbico, algo que pega con lugares subterráneos, con el metro. Este nuevo disco suena mejor en el coche, subiendo por una carretera de montaña.

También cambia el que no colaboraste con John Wesley Harding esta vez. ¿Te satisfizo esa colaboración en ‘Personal Record? ¿Qué ganaste (y perdiste) al trabajar por tu cuenta?
Sí, estoy contenta con cómo salió aquello. Pero componer es una cosa y la grabación otra. Escribí estas canciones durante un período muy largo de tiempo, algunas tardaron meses en acabarse, otras unas pocas horas. La gran diferencia fue conseguir trabajarlas a fondo con mi banda en lo referente a los arreglos. Estuvimos ensayando unas ocho semanas y después hicimos unos ocho conciertos antes de grabar. Así que para cuando llegamos al estudio conocíamos las canciones muy bien.

En tus discos siempre hay preciosos arreglos de teclado. En ‘New View’, ¿hay quizá menos piano Wurlitzer? Me gustan todas las partes de sintetizador, como en ‘Cathy With The Curly Hair’, algo que abre tu paleta de sonidos un poco respecto al pasado. ¿Estaba muy pensado o es algo que surgió en el estudio?
¡En este disco hay mucho más Wurlitzer! Casi todo lo habíamos planeado de antemano. No quería una paleta de sonidos que se alejase mucho de lo que podemos hacer en directo. Michael Rosen, el teclista, usa Wurli, órgano y sinte en los conciertos, y nos ceñimos a eso. Usamos piano en un par de canciones y un sonido de flauta en otra.

‘Two Versions Of Tomorrow’ es mi favorita actual del disco, con un aire algo ‘Blood On The Tracks’. ¿Puedes contarnos algo sobre ella?
Fue la última canción que acabé. Es super simple, sólo dos acordes tanto en estrofa como estribillo, que podía tocar durante más y más tiempo. Tenía hecho el estribillo: «I could always stay for more». Y lo estuve cantando durante meses sin meterme a hacer más letras para la estrofa. Casi como que quería que se quedara en plan instrumental. Pero luego encontré un cuaderno con posibles letras, escritas hace seis o siete años, y usé lo que encontré allí para las estrofas. El puente es algo que escribí en Los Ángeles durante los ensayos. Les puse a mis músicos una canción para copiar el rollo, el ritmo, pero me da demasiada vergüenza decir cuál.

Antes de entrar en el estudio hiciste una lista de discos y artistas que te inspiraron, incluyendo una línea que simplemente decía “80s Dylan”. ¿Cuales son tus discos favoritos de Dylan en su década más denostada? Los míos son ‘Infidels’ y ‘Oh Mercy’.
Me encantan ‘Infidels’ y ‘Shot Of Love’.

Algunas canciones de ‘New View’ no me recuerdan a los 70 sino a los 90 de gente como Aimee Mann. ¿Es también una influencia?
Nunca la he escuchado.

Por cerrar el capítulo influencias, en tu siempre singular forma de frasear al cantar me ha parecido oír ecos del estilo vocal en plan narrativo de Don MacLean, por ejemplo en tu canción ‘A Long Walk’. ¿Tiene sentido?
No había pensado en él, pero supongo que tiene cierto sentido. ¿Podemos decir que soy un cruce entre Elvis Costello, Jake Thackray y Lou Reed?

¡Pues claro! Todos artistas que cuidan mucho las letras. En canciones como ‘Because I Asked You’ son magníficas, 100% Eleanor Friedberger. Parece abusivo preguntar a un artista “¿de qué van tus letras?”, pero al menos ¿hay algún tema o temas centrales en el disco?
¡ES abusivo! Son muy simples, por lo que a mí respecta. Simples en el sentido de que las letras son totalmente directas. Creo que en intento materializar un sentimiento, o varios de ellos, o quizá describir un momento que pasé con alguien (y casualmente compartirlo con todos los que acaben oyendo la canción).

«Ojalá pudiese volver a grabar las voces de los primeros álbumes de los Fiery Furnaces»

Este es tu tercer disco en solitario pero tu duodécimo en total. ¿Qué has aprendido después de una docena de álbumes?
Tantísimas cosas pequeñas… cosas concretas acerca de componer y grabar, demasiadas para ponerse a enumerarlas. Lo más llamativo para mí es mi voz, y cómo he mejorado como cantante. Ojalá pudiese volver a grabar las voces de los primeros álbumes de los Fiery Furnaces.

Respecto a tu cambio de domicilio, en The Guardian mencionabas que fue una cuestión económica. Nos hemos acostumbrado a ver cómo a cantantes y artistas de gran éxito de crítica y bastante de público les cuesta a menudo ganarse la vida, pero no deja de ser bastante asombroso. ¿Sientes que es injusto? La música sigue siendo un gran negocio para otros…
No lo siento necesariamente como injusto. Sigo siendo artista y no tengo que responder ante nadie, lo cual tiene un valor incalculable. Por supuesto sería genial ganar algo más de dinero, pero no si eso significase tener que ceder en muchas cosas.

Los acordes menores son un elemento esencial de tu manera de componer. ¿Cuál es tu acorde menor favorito? ¿Por qué?
El la menor; no sé muy bien por qué. Me gusta cómo suena y es fácil de tocar.

«Me gusta ver al grupo Deerhoof tocar en directo. No escucho sus discos demasiado pero me encanta verles tocar mucho más que a cualquier otra banda»

¿Qué artistas contemporáneos te gustan o escuchas? ¿Alguien que se aleje un poco de tu estilo?
Me gusta ver al grupo Deerhoof tocar en directo. No escucho sus discos demasiado pero me encanta verles tocar mucho más que a cualquier otra banda. El aspecto físico de su manera de interpretar es muy entretenido, y su destreza musical es una pasada. También he escuchado el último disco de Destroyer, ‘Poison Season‘, un montón. Realmente mucho. Creo que es lo más cercano a un disco de los 70 de Van Morrison que oiremos en los años 10.

Para acabar, ¿hay algún artista (actual o antiguo) que consideres minusvalorado y a reivindicar?
Últimamente he estado escuchando mucho a Yoko Ono. Creo que se a minusvalora como compositora. Aunque no estoy segura de que necesite mi reivindicación: se las ha arreglado bastante bien por su cuenta.

Foto: Joe DeNardo.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Jaime Cristóbal