Pero llegando ya a los 2000, en el año 2005 esta sala vivió cosas como un showcase privado de Madonna presentando ‘Confessions on a Dancefloor’. Coldplay lanzó allí ‘X & Y’ con sold out, y también agotaron bandas como Queens of The Stone Age, Roxy Music o Bloc Party. En 2006, otros tantos sold out de reputados nombres como Amy Winehouse, Thom Yorke o Klaxons. En los años siguientes, lo mismo con Scissor Sisters, The Chemical Brothers, Babyshambles o New York Dolls. Y, en el 2011, los Red Hot Chili Peppers presentaron en este lugar su disco ‘I’m With You’ en un único concierto en Reino Unido. KOKO no es un sitio cualquiera y, obviamente, no cualquier banda es capaz de conseguir agotar.
Entre esas bandas, Hinds, que actuaban en esta sala recientemente coincidiendo con un viaje a Londres que tenía planeado hacía meses. Llegar a KOKO con estos datos en la cabeza y ver cómo, desde las siete de la tarde se va llenando, es algo bastante abrumador. Para empezar, la sala no sólo es grande sino de techos altos, en rojo y dorado, de estilo entre rococó y art-decó, con palcos.
A las 19.15 comenzaron los jovencísimos Public Access TV y, a las 20.00h, Only Real. A las 21.15, más o menos, Hinds. Para entonces, la sala ya estaba llena, pero no un poco llena sino llena de no poder estar en la pista sin ser empujado o mal mirado por quienes estaban haciendo pogos: imposible moverte más allá de la fila veinte. Para ver el concierto de una forma decente, lo mejor era subirte a la tercera planta para ver el escenario al completo y a todo el público. Comenzaron su directo con un discurso directo, sencillo y claro, «somos Hinds y somos de España».
‘Warning With The Curling’ fue la primera canción, seguida de ‘Trippy Gum’, ‘Fat Calmed Kiddos’, ‘Warts’, ‘Between Cans’, ‘Walkin Home’, ‘When It Comes To You’, ‘Chili Town’, ‘Easy’, la aclamada y la que las catapultó a la fama ‘Bamboo’, ‘San Diego’, ‘Garden’, la conocidérrima ‘Castigadas en el Granero’, la acústica ‘Leave Me Alone’, la por primera vez tocada ‘Solar Gap’ y la versión de ‘The Ballad of Davy Crockett’. Al final del directo, con esta canción, todos los amigos del grupo se subieron y bailaron, entre ellos, Arni Arnason, bajista de The Vaccines.
Durante la hora casi y media del concierto, el público no sólo estaba absorto y entusiasmado, sino que se oían comentarios tipo «qué chicas tan humildes». Dejando a un lado aspectos como el sonido, impecable, ellas dieron la talla. ¿En qué sentido? Por un lado lo tenían todo ganado porque agotaron las entradas un par de semanas antes de tocar. Por otro, con la animadversión que generan en nuestro país, igual es inevitable que no puedan ser ellas mismas en un país en el que saben que cada cosa que dicen/hacen va a no sólo ser mirada con lupa sino que además va a estar (sobre)analizada hasta la saciedad. Hinds en KOKO parecían otras Hinds, no eran las Hinds que tocan en España y son vilipendiadas por la prensa a machete (con o sin razón), no son las Hinds que actúan en el OchoyMedio de Madrid. Eran las Hinds que, por ejemplo, tocaron en el festival Pop-Kultur del verano pasado en el mítico Berghain de Berlín. Eran unas Hinds libres de prejuicios que contaban cómo, por ejemplo, hacía años intentaron entrar en KOKO y al ser menores de edad, obviamente, no pudieron. Estaban relajadas, hacían bromas, se reían y repetían hasta la saciedad que no se creían que pudieran llenar una sala así. De hecho, explicaron que ese era su octavo concierto en Londres y que cuando les hablaron de hacer la sala KOKO, se rieron y dijeron: «Sí, claro, estáis de broma».
Ver a un grupo que conoces completamente fuera de contexto, de país y de ciudad, te hace verlo con los ojos de otro público. Estos distintos escenarios te abren la mente y te liberan de la idea preconcebida (o no) que ya tenías sobre ellas. Si en nuestro país la gente va a verlas con lupa, en plan a lo PXXR GVNG en el Sónar, pensando “¿Por qué siguen triunfando? ¿Qué pasa?”, en otros países, simplemente, los espectadores van a verlas como a un grupo más: para disfrutar y bailar la música de un grupo de cuatro chicas con desparpajo que componen, tocan y cantan la música que se curran. Eso es lo que pasó en KOKO, ¿en España tendremos que esperar para ver un concierto así de Hinds en el FIB?
Foto: Sergio Albert Avilés.