La decisión implica que Sony pasa a ser ahora propietaria oficial del catálogo de los Beatles, Bob Dylan, Beyoncé, Lady Gaga o Taylor Swift, entre muchos otros. El catálogo está conformado por aproximadamente tres millones de canciones. La música de Michael Jackson, sin embargo, no está incluida en el acuerdo, y sus herederos seguirán siendo propietarios de esta a través de Mijac Music y EMI Music Publishing.
Sony defiende que esta decisión ayudará a reducir la deuda de 250 millones de dólares de los herederos de Michael Jackson, y que fortalecerá todavía más el negocio de Sony. A su vez, John Branca y John McClain, co-ejecutores del patrimonio de Michael Jackson, indican que el acuerdo «valida todavía más la visión y genio en la inversión musical de Michael Jackson».