Porque este es un brillantísimo disco de debut que se sostiene por sí mismo. Y un verdadero logro para una pandilla de adolescentes, porque no hay una sola canción mala en él y sí muchas excelentes. Como retrato de la vida suburbana del teenager moderno es quizá perfecto: recoge todo el arco de experiencias que van desde el egocentrismo («I want people to know about me») a la inseguridad («I never feel too comfortable with my body»), desde el aburrimiento puro («I’ve got nothing to do, I’m up to anything really») hasta la excitación del enamoramiento («Maggie, am I going insane?»), desde la envidia («I see a guy… I’ll never be like him, I’m not thin or tall») hasta la necesidad de conectar como sea («I need a boyfriend, or just anything real»). Y muchas, muchas referencias a la preocupación por los cortes de pelo (hasta en cinco canciones). ¿Qué puede haber más arquetípicamente adolescente, más hiperconsciente?
Todos esos temas están tratados con un encanto y una melancolía irresistibles, además de -punto clave- envueltos en unas composiciones totalmente desarmantes. La inocencia es muy pura, con unas gotas de humor en ocasiones, y tan fresca como en los mejores Pastels, o como en unos prehistóricos Go-Betweens si se hubiesen conocido en el colegio. Pocos grupos podrían escribir una canción sobre comerse un helado solo (‘Ice Cream On My Own’) y conseguir crear una hermosa mini-oda pop a la soledad, o hablar de los cortes de pelo caseros (‘Home Haircuts’) y expresar tan bien cómo la frustración de lo cotidiano a veces puede hundirnos. Y de paso rimar brillantemente «Roger McGuinn» con un frustrado «it seems I just can’t win». Son detalles como ese, o como la ultra adolescente frase «now this is the worst…» con la que comienza ‘Sweaty Hands’ (ah, el temor a las manos sudorosas…) lo que hacen de este disco algo tan convincente. Y los hits potenciales, por supuesto: el gancho indiscutible de ‘Boyfriend‘ o el irresistible rasgueo jangle y voz monotónica de ‘Sometimes Accidentally‘. La diana melódica de ‘Target’, la melancolía dorada de ‘Home Haircuts’ o ‘Ice Cream’…
Canciones, además, grabadas con una sobriedad y concisión anonadantes. Manteniendo el formato de trío con leves concisiones a una segunda guitarra aquí, un riff allá, siempre perfecto, siempre en la diana. Ah, los genes… En definitiva, un debut para el que el recurrente adjetivo «prometedor» se queda absolutamente corto.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Icecream On My Own’, ‘Boyfriend’, ‘Target’, ‘Sometimes Accidentally’.
Te gustará si: te gusta el jangle-pop atemporal, el sonido C-86, el slacker-pop, los Pastels, Hinds, los Twerps o los Go-Betweens.
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