Su carta dice: «gente de todas las razas está enfadada porque Hollywood tiene una larga historia escogiendo a actores lo menos negros posible e incluso hoy cuando un presidente negro está en el Despacho Oval, los Oscars pasan por alto el trabajo de actores negros». Para Lieberman esto no tiene sentido porque Nina Simone y su historia «se definen por el orgullo que sentía de ser negra».
Pero hay más, Lieberman dice que la película no es precisa, exactamente indicando que «donde no había verdad, se la han inventado», planteando al asistente de Simone Clifton Henderson como un posible affair, cuando este era abiertamente gay. «Con todo el conocimiento de -o ignorando- que a los 60 la señora Simone era una mujer que había ganado bastante peso, Ms. Saldana aparece en la película como persona de mediana edad y delgada». En resumen, para Lieberman la película reduce el componente «negro» para adaptar la cinta de Nina a todos los públicos, con las graves connotaciones racistas que conlleva, en este momento tan delicado de la historia.