La respuesta de Palin no se hizo esperar. «Nadie tiene ni idea de por qué te estás despelucando con estos despotriques extraños y violentos hacia mi persona pero evidentemente no estás ejerciendo la inteligencia suficiente para reconocer que te has creído una entrevista falsa en la que supuestamente yo ofrezco unas declaraciones que representan la antítesis de mi verdad. En esta vida, tienes suerte de ocupar una posición de influencia. Yo también. ¿Por qué no usar ambas plataformas y trabajar juntas en algo que valga la pena, como condenar el racismo y animar a las mujeres a defenderse del más misógino, degradante y devastador ataque que los hombres más viles perpetran contra las mujeres, que es la violación?»
A continuación, Palin confirmaba su intención de amenazar a Banks por injurias a ella y a su familia. La amenaza animaba a Banks a compartir una disculpa pública a Palin por su cagada, si es que se le puede llamar disculpa. «Querida Sarah», escribía, «mis más sinceras disculpas por haberte causado algún tipo de dolor o herida a tu reputación. En mi defensa, estaba completamente de broma. Resulta que tengo un humor muy grosero y neoyorquino y constantemente hago bromas estúpidas con la intención de quitar hierro a situaciones que me incomodan. Puesto que el tejido de la nación americana está enraizado en el racismo, simplemente hice una broma racista para demostrar lo que creo que es un discurso realmente racista. Además, nunca dije que debieras ser violada, «run a train» es una expresión para sexo en grupo, no para violación».