Las letras siguen sin ser el punto fuerte de León Benavente (¿por qué no escribe para otros Alejandro Martínez de Klaus & Kinski?), pero esta vez está mucho mejor disimulado: la colección de hachazos es tal que no merece la pena cuestionarlas. Así que me voy a olvidar mañana de lo pretenciosa, efectista y demagógica que me parece ‘Gloria’ cuando se pone en plan «entonces pensé en el fútbol, en la democracia y la siesta / y en lo que distingue a una persona de una bestia» porque no merece la pena: con ‘2’ estamos ante una de las mejores colecciones de hitazos del pop en castellano de los últimos tiempos.
Casi todos los temas parecen preparados para que la gente lo dé todo en sus conciertos. Entre ellos está la irónica ‘Tipo D‘ con su «quiero que esto sea un hit», que ellos dicen que debe tanto a El Columpio Asesino como a Sexual Harassment (razón aquí). En la misma línea, la mencionada ‘Gloria’, también de estribillazo coreable «Ahora soy feliz…», con un verso que ambiciona convertirse en el nuevo «siempre te gustaron largas / amarga baja, amarga baja»: «Entonces fuimos a su casa e hicimos lo que hacen los perros, lamiéndonos las heridas justo después de corrernos».
Hay restos en esta canción -que cuenta con la colaboración de Joseba Irazoki- de nudozurdo, de Siniestro Total y hasta de Les Biscuits Salés, aunque seguramente esto último ellos no lo sepan. Y es que mi manera favorita de entender ‘2’ es como un homenaje voluntario o involuntario a todo el pop español independiente que ha triunfado durante estos últimos 20 años… o debió hacerlo. Sí, mencionan a Can, a la Velvet o a los Smiths en sus letras, pero también a artistas españoles que nos han dado las mismas o más alegrías (atentos también al postulado del joven mexicano Juan Cirerol como «nuevo Johnny Cash»). La referencia a ‘Toro’ es expresa y también hay una a ‘El fantasma de la transición’ de Triángulo de amor bizarro en la escapista ‘California’, el tema que abre llevándonos en verdad a un estado imaginario. Pero también ‘Habitación 615’, el diario por México que cierra el disco, recuerda a ‘Mi DNI’ de Pony Bravo; mientras que ‘La vida errando’ tiene una melodía que conecta muy lejanamente con la también «viajera» ‘A68’ de Hidrogenesse, aunando en este caso de manera inesperada el momento más decadente de Nacho Vegas con el de Carlos Berlanga.
A tenor de esta última canción, no el hit más claro del disco pero sí una de las mejores composiciones, merece la pena rescatar un par de envolventes pistas aparentemente más modestas que algunos siempre preferiremos y que además sirven como contraste para que otras como la contestaria y a la vez eufórica ‘Aún no ha salido el sol’ y la rockera ‘Celebración’ funcionen mejor todavía como revientafestivales. Me refiero a la preciosa ‘Nuevas tierras’, una canción abstracta y cósmica merced a la colaboración de Banin de Los Planetas y Los Pilotos, y a la intensa pero no agobiante ‘La ribera’. Hay intenciones políticas en su letra, pero también un deseo de crear un estribillo que pueda llegar más lejos que los de Deluxe, La Habitación Roja o los primeros Vetusta Morla. Incluso aunque este no sea de primeras un tema tan impactante como ‘Gloria’, queda muy poco para que el «esto y esto se vende», inspirado según ellos mismos en The Clash, se instale en el cerebro del indie medio. Es imposible que no suceda.
Calificación: 8,1/10
Lo mejor: ‘La ribera’, ‘La vida errando’, ‘Nuevas tierras’, ‘California’
Te gustará si te gustan: todos los cabezas de cartel de festivales españoles juntos
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