La resistencia de Juventud Juché, Pablo und Destruktion y Kokoshca

En medio de un puente que incluía un sinfín de conciertos gratuitos en Madrid y el Festival de Eurovisión, entre otras muchas cosas, Juventud Juché programaban la presentación de su disco ‘Movimientos‘ en el Ochoymedio acompañados de dos grupos escogidos por ellos. En la entrevista que realizamos al grupo

, uno de sus miembros nos dejaba una declaración interesante: «Lo de este viernes lo montamos con grupos que han hecho lo que han querido a nivel de concepto. Es que parece que para tocar en un festival ahora tienes que sonar de una manera. Hay un estándar de letras, música, producción, hasta de cómo están los instrumentos mezclados, cómo está metido el bajo… y ya entras en un festival. Veo una primera línea muy clónica, que se ha adaptado a los festivales. Que es una burbuja porque luego tocas en una sala y tocas para 50 personas».

Después de asistir durante el puente a los conciertos de Najwajean (correcto técnicamente, desconcertante en el modo siempre tan peculiar de Najwa de animar a las masas), Nacho Vegas (cargado de política hasta el punto de provocar la indignación de algún amigo que «no sabía que iba a un mitin»), Manu Chao (demasiado homogéneo en las partes más ska, mejor en las más tranquilas, pero con la Plaza Mayor con aforo completo y cientos de personas aguardando a poder entrar por alguna de sus puertas) y Tomasito y Joe Crepúsculo (divertido, de nuevo con Nacho Vigalondo como go-gó, a pesar de algún altibajo como la inaudible colaboración de Lorena Iglesias), resulta que lo mejor de todo el fin de semana había sido lo de Juventud Juché.

Desde luego los madrileños no se referían a ninguno de estos artistas cuando hablaban de la «estandarización» del indie, y el ayuntamiento de Manuela Carmena ya no puede «radicalizarse» más que con los artistas que ha invitado, pero me pregunto si desde el público, el «mítico concierto de los Smiths en San Isidro 1985», también fue un no parar de gente hablando, pasando y bebiendo, a la que nada le interesaba la música que sonaba. Por momentos, hasta yo incluido. ¿Quién va a concentrarse con este percal? ¡Si había chicos y chicas (espero que) meando en los soportales!

Volviendo al viernes 13, OchoyMedio, Kokoshca volvieron a dar un buen concierto en el que continúan destacando como «highlights» de su setlist ‘Directo a tu corazón’, ‘Mi chica preferida’, ‘No volveré’ y por supuesto ‘La fuerza’. Me pregunto hasta dónde podrían llegar si todas sus canciones fueran tan buenas como estas cuatro. Aun así, una valentía comenzar en plan slowcore con una canción sobre una siesta y una curiosidad la inclusión de una adaptación de Make Up, reinterpretada sobre un fascista español. También sonó su nuevo single ‘Corazón caliente’.

Pablo und Destruktion, en formato banda, sin que faltara su violinista habitual Sara Muñiz y un instrumentista que tocaba con arco la guitarra acústica, comenzó con ‘Los días nos tragarán’ e incluyó en su repertorio ‘Mis animales’, ‘Aire puro’ o «Limonov», aunque juraría que se dejó su gran hit ‘A veces la vida es hermosa’ (sí, creo que sí) por algún extraño motivo que espero que nada tenga que ver con su polémica con laSexta. Pese a algún acople puntual, un gran directo que destaca, más que en su vertiente rock, en los momentos en que Pablo se convierte en un desgarrado predicador del apocalipsis; y que nos dejará algunos recuerdos. Entre ellos, cuando Pablo contó que venía de «un retiro espiritual en una orden de la santísima trinidad», cuando nos pidió «callar un poquitín porque la entrada había sido muy cara» para una interpretación intimista de ‘Powder’; y cuando quiso cantar entre el público la cumbre habitual de sus setlists, ‘Busero español’.

Lo mejor de la noche fue el concierto de Juventud Juché, no porque fuera su día, que también, sino porque el grupo estuvo a la altura de lo que se esperaba a nivel sonido, energía punk tipo finales de los 70, con algún ritmazo funk (que en sus momentos más salvajes tanto copiaron The Rapture), pogo, invasión del escenario para después tirarse al público de hasta dos chicos y una chica durante ‘Fuera’, y unas canciones que en el caso del primer disco, conservan su energía; y en el del segundo, no decepcionan con su puesta en vivo. Hacia el final ‘Defensa’ continúa siendo el corte más celebrado pero no por ello ‘Pasos’, ‘Niebla’ con ese gran estribillo «nunca has hecho nada por mí» y ‘Bien’ (lo mismo con «porque yo sé hacia dónde voy ya») dejaron tregua. Otros y no ellos encabezarán festivales, puede que nunca actúen en la Plaza Mayor, pero que también ocuparán su pequeño lugar en la historia ya está claro.

Fotos: Alexfotomadrid

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Publicado por
Sebas E. Alonso