Barei, hace unos días, manifestó su apoyo en Twitter a la delegación española, respondiendo a una usuaria: «No hay ningún régimen dictatorial y Toñi no puede ser más encantadora y estar más dispuesta a ayudar siempre. De verdad lo digo». Todo lo contrario que Ramón, que quedó 10º por España en 2004, y se mostró más crítico, reafirmándose en unas declaraciones que hizo hace 3 años, en las que decía: «TVE son personas, y la que se encarga del festival de Eurovisión, que se llama Federico Llano, no creo que sepa muy bien de qué va esto». Ahora añadía en Twitter: «¿Hace doce años ya y seguimos en las mismas? Estoy bastante desinformado pero creo que prefiero seguir así. A mí me da lástima por vosotros y por todos los artistas que caen en la trampa sin saber lo que se van a encontrar. Una pena».
En Eurovision-Spain plantean si la gestión de este equipo «ha llegado al límite» tras «los pobres resultados, el poco cuidado a la marca Eurovisión -el programa de televisión más visto anualmente- y la inversión insuficiente e ineficiente de dinero público».
Por otro lado, RTVE tendrá que hacer públicos los gastos de participación de España en el Festival de Eurovisión en 2015, el año de Edurne. Un ciudadano lo había solicitado en virtud de la Ley de Transparencia. Al no obtener respuesta, reclamó ante el Consejo de Transparencia, que admitió que la información debía publicarse. El ente público presentó un recurso en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, alegado que no podía aportar la información, puesto que requería de reelaboración previa y suponía un perjuicio para sus intereses económicos y comerciales”. Ahora la nueva sentencia desestima este recurso. Precisamente Eurovision-Spain critica que la inversión española en Eurovisión es ínfima en comparación con su audiencia.