Precedidos por Alessia Cara y una encantadora Lianne La Havas, que desgranó con orgullo parte de su último disco, el notable ‘Blood’, ante un público distraído por la inminente llegada de Coldplay, los de Chris Martin ofrecieron un concierto #alegre y #desuperbuenrollotía en el que sus mejores canciones destacaron muy por encima de las peores y de las canciones de relleno del repertorio, que las hubo, como esa versión de ‘Heroes’ de David Bowie que no vino nada a cuento. Fue un buen momento el de anoche para descubrir exactamente qué canciones del grupo han resistido el paso del tiempo y cuáles no, y si ‘Paradise’ continuó siendo tan bobalicona como siempre, ‘Magic’ representó el gran triunfo de la sutileza frente al capricho llenaestadios de canciones como ‘Every Teardrop Is a Waterfall’ (fuegos ✓ confeti ✓) y esa canción que nadie pidió llamada ‘Amazing Day’.
No pocos ni pocas defenderán que Coldplay llevan haciendo más o menos el mismo concierto desde que se obsesionaran con el color en ‘Viva la Vida or Death and All His Friends’ hace ocho años. La gira de ‘Ghost Stories‘ dio al grupo un pequeño respiro de la fiesta policromática que monta en cada uno de sus espectáculos (aunque el vídeo de ‘A Sky Full of Stars’ es el que es), pero la sensación que dio anoche su concierto, más que la de que el grupo se repite, es que Martin y compañía han sabido explotar una idea de diversas formas. No tanto ha cambiado desde ‘Mylo Xyloto
’ después de todo, pero visto lo visto, probablemente no importe demasiado. Quizás el siguiente paso de la banda, después de entregar pulseras luminosas a unas 54.000 personas, las que llenaron el estadio, es montar una gira de «holi festivals» por todo el mundo.De todas formas, el repertorio del grupo fue lo suficientemente variado para que el espectáculo lo fuera también. No todo fueron referencias a la India o carreras a través de la pasarela en sincronía con la cumbre de una canción tipo «let me shoot across the sky» de ‘Hymn for the Weekend’, que fue uno de las grandes momentos de la noche (la canción entera, no solo este instante en particular). Algunas de las canciones más antiguas del grupo, como ‘Yellow’, ‘The Scientist’ y, sobre todo, ‘Clocks’, fueron igual de celebradas o más y ni el subidón frustrado de ‘Fix You’, la gran decepción de la noche, pareció hacer mella en la emoción del público. Por cierto, parece que tenga un problema con los subidones en directo, pero es que hay cosas de los discos que son muy difíciles de replicar en vivo, y esta es una de ellas.
La escenificación de Coldplay, conformada por el escenario principal y dos escenarios pequeños que atraviesan la totalidad del estadio a través de una pasarela subterránea, dio lugar a un show dinámico pero que se prestó a pocas sorpresas. La única realmente memorable ocurrió durante la sección acústica, que el grupo aprovechó para solicitar una canción a los fans desde Instagram (cayó ‘See You Soon’ de su EP de 1999, ‘The Blue Room’). Un pequeño detalle por parte de un grupo que se lo puede permitir absolutamente todo (incluso a la misma Adele, que actuó en Palau Sant Jordi la noche anterior, dándolo todo con ‘Adventure of a Lifetime’ desde las gradas). La soberbia ‘Up&Up’ cerró el espectáculo desde lo alto pero absolutamente nada de su interpretación me distrajo del maravilloso videoclip que el grupo ha hecho para esta canción y que era proyectado en las pantallas. Una despedida perfecta para un concierto imperfecto que, sin embargo, difícilmente dejó a alguien con mal sabor de boca.
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