Algo menos dramático en líneas generales, pero igualmente sentido, es el resto del álbum, donde destacan las baladas y medios tiempos -con leve aire de bossa nova- en su primera mitad. La excepción en este tramo es la muy Wilco ‘Between Two Fires’. También hay alguna coincidencia graciosa: el puente de ‘Winter’s Eve’ recuerda mucho a… ‘Carrie’ de Europe. El punto culminante del disco, estratégicamente situado a la mitad, es el baladón rasgado, intenso, de épico estribillo, ‘Women’s Company’. Un alegato feminista y, a la vez, una conmovedora declaración de amor («You’re the one that I want»), adornado con vibrantes guitarras en el punto justo de distorsión. A partir de aquí, el disco parece relajarse y las canciones se despojan de pesar (que no de melancolía). ‘Faces of my Friends’ es moderadamente alegre, gracias a su percusión y a una sencilla pero efectiva melodía y ‘Running with the Front Runners’ es la más deudora del sonido de EBTG en los ochenta. Ben no recupera la vena afligida hasta la final ‘New Year of Grace’, donde los coros de Marissa Nadler le acompañan en medio de una atmósfera fantasmagórica, un poco Sufjan Stevens, mientras ruega: «All my love is easy to forget / all of the love we have known / All my love now please do not forget».
Como ‘Hendra’, este es uno de esos discos que va creciendo con las escuchas y escapa a esa primera (y errónea) impresión de ser simplemente un disco «agradable» a paladear tranquilamente. Ben ha conseguido construir una obra robusta, con la estela de autor de pop clásico a lo Carole King y el afán de ofrecernos un buen puñado de temas honestos y emotivos.
Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Gradually’, ‘Fever Dream’, ‘Women’s Company’, ‘Faces of my Friends’, ‘New Year of Grace’
Te gustará si te gusta: Everything But the Girl, Tracey Thorn, los Wilco más sosegados.
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