«Por mucha pereza que pueda dar a priori esta colaboración entre Carlos Vives y una Shakira centrada últimamente en su papel de madre, lo cierto es que un par de escuchas son suficientes para rendirse irremisiblemente ante ‘La bicicleta’. Vives maneja el tradicional vallenato con firmeza, y sabe adaptarlo al gusto contemporáneo. Aunque comience suavecito, con una guitarra arpegiada, es entrar potente la percusión sincopada del ritmo caribeño, justo cuando Shakira comienza a cantar, y ya se lleva todos los peros por delante. La de Barranquilla suena mucho más cómoda y natural en este registro que en engendros como ‘Can’t Remember To Forget You’, y además tiene el humor para hacer referencias a su vida personal en la letra, una letra bonita, que invita a apreciar las cosas sencillas. Lo tiene todo para ser la canción del verano». Raúl Guillén
«Cada miércoles escuchamos varios temas de reggaeton que aparecen en la lista de singles española. Muchos de ellos están trufados de un machismo muy duro de roer contra el que ya nadie ni se molesta en protestar. A su lado, ‘La bicicleta’ suena fresquísima, no sólo porque al menos cante una chica, sino también por esa guitarra que no, no es la de ‘La Isla Bonita’, pero funcionaría por su cuenta sin el ritmo latino; una melodía preciosa en el estribillo, y un final a cargo de Shakira realmente divertido. No es su mejor canción, ni siquiera ‘Loba’, pero sí acumula hasta otra virtud más: es la primera reivindicación de la bicicleta que merece la pena después de Bicing y Bicimad
. ¡Óyeme, Carlos, llévame en tu bicicleta! Yo monto». Sebas E. Alonso.«Nadie como Shakira para recordarnos el espanto en el que puede llegar a convertirse la radiofórmula cuando se entrega a los ritmos latinos. Acompañada, en esta ocasión, por Carlos Vives, ‘La bicicleta’ es más o menos un cuarto de lo graciosa que era ‘Addicted to You’ y no tiene nada que ver en calidad con ‘Hips Don’t Lie’, por recordar un par de aciertos recientes de la colombiana. Más bien, estamos ante un número holgazán en todos los sentidos, empezando por su lamentable verso, de malísimas rimas, siguiendo por su melodía facilona y terminando por ese incómodo vocoder en la voz de Shakira que no podría sonar más a pegote. «Un vallenato desesperado», que canta Vives. Ya te digo». JB