Dimas Rodríguez, guionista y realizador de cine y videoclips, milita como guitarrista en la banda barcelonesa La Banda Municipal del Polo Norte. Ahí permanecía en un papel aparentemente discreto y, sin embargo, guardaba un secreto: es un consumado escritor de canciones bonitas, que no sencillas, pequeños cuentos, acaso cortometrajes (dada su profesión), protagonizados por personajes de apariencia convencional que esconden una faceta insólita o viven situaciones anómalas. Justo como James Stewart en ‘El Invisible Harvey‘, film dirigido en 1950 por Henry Koster, cuyo protagonista, un caballero muy formal, tenía como mejor amigo a un conejo gigante e invisible, Harvey, que da nombre a este proyecto. Apoyado en las cuerdas de Joan Gerard Torredeflot y Núria Maynou y asistido en la producción por Cristian Pallejà y Ferran Resines, Dimas retrata en canciones atemporales, que oscilan entre el rock calmo de Clem Snide y el surrealismo pop de El Niño Gusano, escenas como las de ‘El hijo del hombre bala se va de vacaciones’, que caza caimanes disparando con sus dedos, el insomne que sintoniza una emisora en la que la locutora llora y llama para consolarla en ‘Lenina FM’, el cantautor social que ve cómo folkies barbudos se llevan a la chica en ‘Una canción es una emboscada (aunque ellos te digan que es un bosque encantado)’ o una alegórica cita en medio de ‘Una puerta giratoria
‘, canción que avanzaba el disco inmejorablemente. Si bien es cierto que Invisible Harvey se puede definir secillamente como un proyecto de pop de corte acústico y cuidados arreglos, que quizá resulte algo reiterativo como propuesta, lo cierto es que Rodríguez se afana en aumentar su riqueza temática con varios contrapuntos, como los ramalazos ruidosos, a lo Wilco, de ‘Credibilidad callejera’ y ‘Yo toqué en aquel disco’ («Yo toqué en aquel disco / descatalogado / inventamos un estilo / no supimos continuarlo», comienza), el country-folk mágico, como el Bill Callahan más luminoso, de ‘Águilas en tus versos’, o los aires
novelty rock de ‘La culpa y su capacidad de evaporarse’. ‘La puerta giratoria’ es un estupendo debut, que presenta inmejorablemente las capacidades compositivas e imaginativas de Rodríguez que, como poco, ha logrado llamar la atención por su singularidad. Eso, en un panorama atestado de lanzamientos poco sorprendentes o personales, es mucho.
Invisible Harvey actúa este sábado 4 de junio en Primavera Sound 2016, en la sala Teatre del CCCB.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘La puerta giratoria’, ‘Águilas en tus versos’, ‘Yo toqué en aquel disco’, ‘La culpa y su capacidad de evaporarse’
Te gustará si te gusta: El Niño Gusano, Clem Snide, Nacho Umbert
Escúchalo: Spotify, Bandcamp
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