Luis Alvarado (Buh Records): «La escena experimental peruana es abierta, joven y precaria»

Buh Records lleva años dando a conocer la escena experimental peruana, tanto a nivel nacional como internacional. Se trata de la actividad central de Luis Alvarado, músico él mismo pero también periodista, promotor de conciertos y festivales, y curador de exposiciones artísticas. Se puede decir que esta escena, mucho mayor de lo que parece en un primer momento, pasa por él, tanto jóvenes promesas como el jazz de espíritu libre de Nicotina es Primavera como clásicos invisibles gracias a la reedición de discos de décadas pasadas en su colección Sonidos Esenciales.

Estas reediciones están consiguiendo nuevo público para gente como Miguel Flores, que en ‘Primitivo’ (1981) mezclaba los ruidos electrónicos con las flautas andinas o desataba un vendaval de áridos saxofones para crear una nueva experiencia acústica; o los ‘Paisajes sonoros’ (1984) de Manongo Mújica y Douglas Tarnawiecki, con un pie puesto en el ambient y otro en las percusiones tradicionales. A las siete referencias de Sonidos Esenciales -las dos últimas, lanzadas a finales de mayo, sobre música industrial y electroacústica en el conflictivo Perú de los 90- se les irán sumando otras tantas en un trabajo de recuperación que «ha permitido que la gente sepa que hay una tradición» peruana en este tipo de música, señala Alvarado.

«En Lima, la militancia en un solo género es muy difícil»

El concepto de experimentación que trabaja Buh Records no es algo cerrado, sino que se alimenta del resto de las escenas presentes en Lima, una megaurbe de más de ocho millones de habitantes pero donde los géneros se necesitan mutuamente para salir adelante. «Hay un circuito experimental, en el que participan gente que viene de otros círculos: el noise, la electrónica, la psicodelia, el hardcore…» comenta su responsable. «En Lima, la militancia en un solo género es muy difícil».

Esta idea abierta de lo que supone la experimentación permite organizar al menos un concierto semanal relacionado con la escena. Pero la apertura no significa traicionarse: «Experimentar es alguien que está pisando terreno virgen, lo que siempre tienes adelante», explica Alvarado. «No es un género sino una actitud, y eso es lo que a mí me interesa». De ahí que entre las 80 referencias que el sello ha publicado desde 2010 tenga cabida la electrónica de sintetizadores analógicos de Dante Gonzales, el post-rock libre de ataduras de Liquidarlo Celuloide o el ruido nuevaolero de Serto Mercurio.

«Experimentar no es un género, es una actitud»

Complementando estas actividades se encuentran recopilatorios de escenas foráneas interesantes, como los dos volúmenes de ‘Saturación de mecanismos – Una compilación de industrial noise español’ -en la que figura gente como Reserva Espiritual de Occidente y Betunizer- o la más reciente ‘¡Salga el sol! Avant-rock en la Argentina del siglo XXI’, y proyectos más cercanos al arte sonoro como ‘Pangea’, el primer disco de la peruana residente en Berlín Ale Hop, cuya música es inseparable de los vídeos realizados por diversos artistas visuales para el álbum.

En el mapa de la música experimental

«La escena experimental peruana es abierta, joven y precaria»

Alvarado considera que el circuito experimental de su país, y en general de Latinoamérica, es más «joven, abierto y fresco, pero también más precario comparado con otros lugares de más tradición». Sin embargo, estos componentes, frente al «peso de la historia» en Europa, hacen que la gente tenga un «entusiasmo permanente. Acá todo es muy fresco, hasta inocente». No es extraño que en una misma noche de conciertos se combinen propuestas radicales, como la de Jardín, con la belleza reposada de Pauchi Sasaki o el hardcore melódico de Millones de Colores.

En consonancia con ese espíritu abierto, el ideólogo de Buh Records reconoce una retroalimentación entre las escenas latinoamericanas, en especial con «Chile, Argentina y Brasil. He editado mucha música de estos países, y festivales como el Integraciones de Lima, que ya va por su cuarta edición, facilitan esa conexión». Gracias a ese vínculo, tiene fe en que se hagan proyectos cada vez más grandes y complejos, si bien al principio fue más fácil montar contactos internacionales con Europa y, en menor medida, Estados Unidos. «De Latinoamérica se daba más cuando viajaba yo o venía un músico a Perú».

Larga vida a las ferias discográficas

Un elemento muy importante de la escena independiente peruana son las ferias de discos, que permiten a los sellos pequeños recuperar en un solo día la inversión hecha para editar un álbum, lo que las «hace muy estimulantes» y se celebran a menudo, con stands de decenas de discográficas que se dedican a partes iguales a publicar nueva música, rescatar joyas del pasado -con especial preferencia de la cumbia amazónica- y vender discos de importación.

De hecho, fue al organizar una de ellas, al comienzo de la presente década, cuando Alvarado decidió dar el paso a la profesionalización con el sello que había creado en 2004 para sacar discos de amigos, que regalaba con un fanzine. «Yo ya tenía mucho contacto con sellos de fuera y me dije que lo haría de una forma más organizada, más constante, desde entonces comencé a publicar discos, organizar conciertos, etc.»

A través de la web de compra, venta e intercambio Discogs comenzó a contactar con gente de todo el mundo y editar su música, a la vez que intentaba hacer de Perú un punto de referencia en el circuito latinoamericano e internacional de la música alternativa. De esta forma ha podido atraer hacia un lugar tan alejado del circuito global de conciertos como Perú (donde los Rolling Stones han tocado por primera vez este 2016) a una cincuentena de artistas alejados del mainstream, como Moon Duo o Silver Apples. Para este año prepara más visitas inimaginables hace tan solo una década, aunque prefiere no arriesgar a la hora de decir nombres.

Foto: Facebook.

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Publicado por
Marcos Domínguez