Tu último disco salió hace un año. Pasado el tiempo, ¿hay algo del mismo que cambiarías o crees que resultó perfecto?
No cambiaría nada. Salió de la manera que esperaba que lo hiciera. Conté lo que necesitaba contar. En este sentido, no soy perfeccionista, más bien estoy dispuesto a aceptar que es bueno tal y como salió.
‘Multi-Love’ suena más exuberante que tus trabajos previos. De hecho, compraste nuevo equipo para hacerlo. Por otro lado, la portada del disco muestra tu estudio. ¿Cuán importante fue para ti el aspecto de la producción en este disco en concreto?
Para mí la producción siempre es un aspecto importante. Estudié pintura y aprendí que la manera en que enmarcas o presentas una pieza o una obra de arte también forma parte de la obra en sí misma. Es tan importante como el resto de elementos que conforman la pieza en cuestión. Si la producción es distinta el discurso no es el mismo. Quiero tocar cierto acorde en la guitarra pero también quiero que suene de una manera determinada. Eso expresa más ideas sobre lo que quiero decir. No solo quiero tocarte una canción, quiero que te metas en mi cerebro y la oigas del modo que yo la oigo.
‘The World Is Crowed’ me parece una canción preciosa. La escribiste en Shanghai. ¿Qué tiene esta ciudad que te inspira? ¿Qué otras ciudades te han impactado?
Shanghai es una ciudad muy futurista. Muchas ciudades en Asia lo son de maneras distintas. Tokio es famosa por ello pero también lo son Busán en Corea del Sur, Singapur o Hong Kong. Cada una de estas ciudades presenta diferentes realidades futuristas. Muchas de las ciudades en las que he estado han cambiado mi punto de vista de alguna manera u otra.
¿De qué canción del disco estás más orgulloso? ¿Cuál te costó más escribir?
El tema del que más orgulloso estoy es el que titula el disco. Me tomó mucho tiempo dar con el estribillo adecuado y con la letra adecuada. Tenía ambas cosas en mi cabeza y no quería escribir la canción con prisas. Era diferente a cualquier otra canción que había oído hasta el momento y debía ser cuidadoso y esperar a que las partes adecuadas vinieran a mí.
El que más me costó componer fue ‘Extreme Wealth and Casual Cruelty’. Fue épico. Regrabé la parte vocal una y otra vez y ningún resultado me convencía. Una mañana estaba tan cansado que perdí la voz y canté la misma parte por última vez vez con mi voz dañada y así es como quedó. La canción me dio tantas palizas que, al final, me dejó ganar a mí.
El poliamor no es un tema común en la música. Tu experiencia hace que tu disco sea más especial. ¿En qué manera dirías que esta experiencia ha dado forma a tu manera de componer canciones?
Siempre escribo sobre mi vida. Intento ser más honesto de lo que lo sería en una conversación. En algún momento, componer te hace más valiente porque no importa por qué sufrimiento o aventura estés pasando, siempre podrás decir que convertirás esa experiencia en una buena canción. Componer me ha hecho más valiente.
El álbum es muy setentero. En contraposición, el anterior tiraba más bien por los sesenta. ¿Qué te atrae tanto de la música de los 70?
Una gran parte de la música que me gusta salió en los 70, desde Led Zeppelin a Stevie Wonder pasando por George Duke, David Bowie, Can… Crecí con esta música, también porque mi padre era un obseso del jazz y solía tocar fusión como Miles Davis y Herbie Hancock y Jaco Pastorius y ese tipo de cosas. La música de los 70 era muy experimental y la producción era muy avanzada para la época. Seguía siendo analógica pero había efectos raros y sintetizadores despuntando en el momento. También había cosas interesantes en las listas de venta de la época.
Me pregunto si esta evolución se reflejará en que tu próximo disco sea más ochentero. Después de ‘Can’t Keep Checking My Phone’ no me extrañaría que tiraras por una dirección más bailable…
Yo también lo creo pero tampoco me gustaría que esta evolución me desconectara del sonido de mis primeros trabajos. No me gustaría dejar a mis fans preguntándose «¿qué demonios le ha pasado a Ruban?»
¿Cómo ha ido tu colaboración con Frank Ocean? ¿Sabes algo de su nuevo disco?
Nadie sabe nada [ríe]. Ni siquiera yo mismo sé si mi trabajo terminará en el disco. He escuchado algunas canciones y son muy buenas. Hace poco me reuní con un amigo que estuvo conmigo en la sesión que hicimos con Frank en Miami y me recordó que ocurrió hace ya tres años. ¡El tiempo pasa volando!
¿Cómo reconcilias la idea de ser un artista independiente que opera en la periferia del mainstream con el hecho de que lo que haces es un trabajo y, por lo tanto, has de ganar dinero con ello?
Crecí siendo pobre y ahora tengo mucho más dinero que mis padres, por lo que me considero bastante rico. Además, mis necesidades son muy simples en lo que a cosas materiales se refiere. Más que nada, compro cosas relacionadas con mi música. Nunca me he sentido en un compromiso. Siempre hago música con la sensación que tuve cuando hice ‘Funny Ffrends’ porque era una sensación muy pura, la de que me lo estaba pasando bien haciendo lo que me gusta. Nunca dejaré de hacer música con ese sentimiento. Si la música cambia es porque tengo que perseguirla hacia un buen lugar.
Has dicho que empezarías a grabar tu nuevo disco en Hawaii, de donde es tu madre. ¿Ha tenido lugar este viaje? ¿Crees que Hawaii inspirará el disco?
No estoy seguro de que ocurra. Todavía estoy armando la dirección del siguiente álbum. Las piezas parece que estén desordenadas, como si fueran pequeñas piezas de puzzle fuera de contexto.
¿Tienes idea de cómo será el disco en comparación con los anteriores?
‘II’ era una secuela o hermana del primer disco que era el hermano. El siguiente será la secuela de ‘Multi-Love’, con la diferencia de que ‘Multi-Love’ es la chica y el siguiente álbum será el hermano. Espero que se entienda lo que quiero decir. Se entiende en mi mente. [ríe]
Actúas en nuestro país este verano. ¿Qué es lo mejor de irse de gira en tu opinión?
Tocar, aunque mi pintura favorita de todos los tiempos está en el Museo del Prado y quiero visitar el museo otra vez, ¡’Saturno devorando a su hijo’ de Goya! Todas las «pinturas negras» de Goya son perfectas.