Hacia el final del concierto de Coldplay, el mismo príncipe Harry se unió al grupo para cantar ‘Up&Up’ junto al coro infantil de Basotho. Antes de eso, de hecho, antes de que Coldplay apareciera en el escenario, Harry recordó la importancia de la compresión el VIH en la sociedad y lo mucho que queda por hacer. «Lo que sabemos del VIH es que es un virus que prospera desde el silencio y se alimenta del estigma», expresó. «Cada uno de nosotros es responsable de educarse a sí mismo al respecto, de hacer todo lo posible para hablar claro y erradicar el silencio, la ignorancia y el miedo que el virus necesita para ganar».
Aunque seguro que Harry es fan de Coldplay, lo cierto es que su gusto musical tira más por otros derroteros, en concreto, por los de la electrónica. Se sabe que Harry es fan de Skream, al que invitó en otro concierto benéfico y, por lo que ha informado algún que otro medio británico, es oyente asiduo de Ben Bridgwater y Nero. Sin embargo, también le gustaría el metal según su amigo, el actor Dominic West, que aseguró avistar en el reproductor musical de Harry durante una expedición polar los nombres de Metallica, Slayer y Megadeth. Un gusto ecléctico el del príncipe.