Como era de esperar, a las autoridades de China y a una gran parte de sus habitantes no le ha hecho ninguna gracia esta reunión entre Gaga y el Dalai Lama y el departamento de propaganda del partido comunista del país habría emitido, según ha informado el periódico pro-democrático de Hong Kong, Apple Daily, una «orden importante» por la cual prohibiría que la música de Gaga suene en territorio chino. A Gaga esto ya le suena, pues fue la principal víctima de la censura que el Ministerio de Cultura de China llevó a cabo en 2011 contra canciones que ponían en riesgo la seguridad cultural del país.
Sin embargo, medios como El País informan de que los periódicos oficiales de China no han informado sobre este encuentro a pesar de que la cantante es «ampliamente conocida» en el país y que la música de Lady Gaga sigue perfectamente disponible en las plataformas de descarga legal de China al contrario de lo que aseguran otras publicaciones.
Las autoridades chinas no han dejado de criticar al Dalai Lama por su reunión con Gaga y el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ha descrito al Dalai Lama como un «lobo con piel de monje» [sic] cuyo único interés en cuanto a sus viajes internacionales es promocionar la independencia del Tíbet. Es el mismo Dalai Lama que visitó Glastonbury el año pasado.