Como indica uno de los tuits que os adjuntamos, parece mentira que ni una persona involucrada en el proceso de realización de este anuncio haya advertido que pudiera haber confusión con el desarrollo de su concepto. O también cabe la posibilidad de que SEAT anticipara el estallido de críticas desde el principio y quiera aprovecharse de la publicidad generada por la polémica. Pero ¿y Hugo Silva? ¿Ni siquiera él, que protagoniza el anuncio, que aparece en el coche espiando a niñas a través de una cámara insertada en su coche, acusó que había algo raro en el concepto del mismo?
Recoge Vertele un texto que Pepo Jiménez para Vozpópuli sobre el anuncio que no podría ser más esclarecedor. «La concatenación de escenas te lleva a lugares sospechosos», asegura. «La salida de un colegio, niñas, un hombre que se esconde y agacha la cabeza justo cuando pasan por delante… toca la pantalla y se ven las piernas de las niñas […] El anuncio es un despropósito por muchas razones y juega con la ambigüedad para confundir al espectador, está muy mal montado y puede inducir a interpretaciones torticeras”.