Empezaremos por David Otero, que ha ido un pelín por delante en fecha. David siempre fue el ideólogo pseudo-indie, el toque modernuqui en El Canto del Loco que les daba esa falsa pátina alternativa que les hacía caer bien, cuando no gustar. ‘Una vez más’ se mueve decididamente en esa línea: aunque es, en esencia, un ska bastante clásico (saludamos a Hombres G), hay unos arabescos de guitarra muy Two Door Cinema Club, unos tecladitos monos y, sobre todo, una melodía vocal fantástica, con muchísimo gancho. Produce Tato Latorre, que ha trabajado con Maldita Nerea o Efecto Pasillo (BAE). Todos elementos resultan en un remedo de, decíamos, Hombres G, Lori Meyers y Carlos Sadness que, la verdad, engancha bastante, por más tonti que sea la letra sobre ligoteo.
En cuanto a Dani Martín, Dani me-cago-en-el-indie, presenta ‘Las ganas’ que es, bueno, pues lo que ha hecho a Dani llegar a donde está… Ahí. Lo cierto es que comparado con ‘Cero‘, el que fuera primer single de su anterior álbum de estudio, ‘Las ganas’ tiene un estribillo bastante atractivo, que lanza el tema hacia arriba. El problema es que el envoltorio, lo demás, es previsible: rock con querencia durilla, perfecto para su halo de guaperas atormentado; algunos detalles de producción para dar señales de que esto está grabado en 2015 o 2016; pianos que enfatizan la épica de la ruptura que retrata Dani en su letra… Todo muy adulto y BAE.
Pasemos ahora a los respectivos vídeos, porque en ellos también hay miga. David y su equipo tienen bastante claro que están buscando un público distinto al de El Canto del Loco, una evolución. Y, efectivamente, parecen buscar al oyente medio de Lori Meyers o Love of Lesbian, alguien que vea un vídeo de Estilo Canada™, lo reconozca y le guste. Las chicas de múltiples etnias, los fondos de colores pasteles y/o ácidos, frutas como alegoría sexual, bañadores de Pamela Anderson en ‘Los Vigilantes de la Playa’… Ya sabéis. No cuadra nada, pero nada, el outfit de sombrero de cowboy y la americana de estampado imposible, pero como el muchacho es tan guapo que se rompe, pues da lo mismo. Él queda divino. Nuestro momento favorito: las bolas de pimpón-chinas saltarinas.
Dani, por su parte, presenta un concepto más elaborado y exigente, que para eso es actor (saludos a La Banda del Bate). Y para eso ha contratado a Daniel Etura, nominado a unos Grammy Latino. Su Ferrari vintage (en la onda) se avería en una carretera secundaria y, bajo un cielo oscuro, ve pasar distintos coches en los que… ¡él está dentro! (Guionistas de HBO, tenéis que ver esto) Martín revisita, a cada coche que pasa, escenas del pasado (unas bien, otras mal) junto a su pareja, esa que en la letra cuenta que fatal. Como queriendo decir… ya sabéis. Intercalados, algunos planos de Dani cantando en medio de la carretera con una banda que tiene pinta de poder ser unos Egon Soda, alguien así serio y contundente. Y la grúa que no llega. Nuestro momento favorito: me ha parecido ver una felación. Figurada, por supuesto, pero felación, al fin y al cabo. Qué aparatoso todo.