La conversación empieza con la proposición de veto a Grande de Zachary Allen, director de finanzas de la Casa Blanca, a una serie de empleados de la convención, entre los que se encuentra Bobby Schmuck, asistente de Obama, que responde a la proposición de actuación de Grande con un simple «no, lo siento». Uno de los mensajes más interesantes de esta cadena de correos se encuentra hacia la mitad, donde el empleado del comité Kevin Snowden resume varias informaciones del caso #donutgate. «El vídeo pilló a Ariana lamiendo los donuts de otra gente y diciendo que odia a América», lee una de ellas; «el congresista republicano utilizó este vídeo y dijo que era hipócrita que los liberales no se enfadaran con ella como se enfadaron con Donald Trump, quien había criticado a los mexicanos».
Otra estrella del pop presente en los correos es Britney, quien es citada a propósito de un artículo sobre ella publicado hace unos meses por The New York Times. El artículo, titulado «Is Britney Spears Ready to Stand on Her Own?», reflexionaba sobre la libertad de Britney, que se encuentra bajo tutela de su padre a sus 34 años, tras la confirmación de su actuación en la pasada edición de los premios Billboard. La conversación entre dos empleados de la conversación lee: «esperaba que Britney me diera algo bueno por esta respuesta. ¡Y lo ha hecho! Su Instagram es una pasada. Ella es ahora la típica madre suburbana. Hace tiempo que quiere irse de la industria y ser normal pero sus padres, su mánager y sus abogados no la dejan porque es una máquina de hacer dinero. Ahora ha aceptado este estilo de vida (como Lucky, seguro que recuerdas este éxito de [su disco] ‘Oops!… I Did It Again’). Reconozco que, como fan, no la estoy ayudando, pero bueno».
Y con estas cositas se entretienen los amigos de Hillary Clinton.