En primer lugar me gustaría decir lo bien que sienta que cada vez haya más festivales en la ciudad capital, ya que en verano muchos se quedan, bien por trabajo o bien porque quieren seguir con la vida loca ahora que acabó el curso. Llegar al fin de semana, a mitad de julio en Madrid con plan de ir a un festival, saliendo un poco del centro, resulta una aventura placentera con el reconfortante recuerdo de que hay una cama donde dormir esa noche o un after que te espera.
El sábado 16 de julio era el día que comenzaba la 2ª edición del Festival Charco, que une grupos del otro lado del Atlántico con España, algo así como el Instituto Cervantes de la música. Jornada calurosa en el jardín botánico de Ciudad Universitaria. Los Nastys llegamos un par de horas antes de dar comienzo el festival y tuvimos la oportunidad de ir saludando a los organizadores, ilusionados y atacados por tener todo a pedir de Milhouse, y al resto de artistas como Chancha Vía Circuito, con los que compartíamos camerino. Banda muy diferente a nosotros, pero que a la hora de beber o fumar tenemos muchas cosas en común. También estábamos en compañía de un par de amigos de Club del Río, que tocarían el domingo.
Los Nastys tocamos en primer lugar dando la bienvenida a los que llegaban con 45 minutos de música para pasarlo bien y unir culturas. Más tarde sería el turno de Toundra
, banda que ha llegado al 2º puesto en ventas nacionales y está girando por Europa, con el curioso caso de que su música es instrumental, y muy bestia.A partir de aquí la gente empezó a sentirse por fin en un festival, bebiendo y bailando con Chancha Vía Circuito, calentando si cabe aún más la tarde para dar paso a la entrada triunfal de unos Molotov que llevaban tiempo sin venir a España y que esta vez cumplían 20 años desde su primer disco. La gente estaba entregada, mis amigos sonreían. Por alguna razón, Molotov nos recuerda a la infancia, cuando en la radio y televisión sonaba sin parar ‘Gimme the Power’. Todo estaba bien un sábado cualquiera en Madrid, tanto que se tocaron ‘Mi Agüita Amarilla’ con los Toreros Muertos para echarnos todos unas buenas risas.
Fuera adonde fuera, buscando a unos y otros solo veía a gente pasándoselo bien, todos deseando que llegase el momento de Bomba Estéreo, el momento más calido de la jornada, donde aflora el carácter latino y la sangre caliente. Tecno y latineo para acabar una tarde noche de verano perfecta con lxs amigxs disfrutando y descubriendo, y sobre todo haciendo amigos para acabar de after en La Vía Láctea. Luis Basilio de Los Nastys.
Fotos: Martín T Raggio