«Es la actuación que más enfadada he hecho en toda mi vida. Fue un momento en que pensé: «no me siento como un ser humano»», indica la artista de 21 años, antes de admitir que la situación se le había ido de las manos y que cuando salió del escenario, vomitó. En esta sincera entrevista, cuenta que ha decidido que para ella es más importante ser madre que una estrella del pop y ha aclarado que no estaba bebiendo ni tomando drogas durante esta época, sino simplemente trabajando demasiado. Cada dos semanas visitaba un hospital por deshidratación, anemia o desmayos, añade.
El disco de Halsey continúa rondando el top 50 del Billboard 200 casi un año después de su edición (semana número 47). La cantante ha tenido sus más y sus menos con la fama, llegando a abandonar Twitter por la presión social el pasado mes de abril.