«Probablemente los chicos de Sidonie, al terminar de definir los múltiples giros melódicos de ‘Carreteras infinitas’, se dijeron «macho, lo hemos clavao». Y luego, se vinieron arriba pensando que a aquello le iban cuerdas, muchas cuerdas, todas las orquestas sinfónicas de Cataluña juntas. Y en la letra citarían a grupos que les gusten mucho y a otros a los que tienen un pelín de manía, pero, eh, de buen rollo. Aunque haya rimas que no encajen ni llorando. Es igual. Iba a ser una canción más grande que la vida. System Error«. Raúl Guillén.
«‘Carreteras infinitas’ representa un nuevo gran signo de interrogación en la carrera de Sidonie, a cuyo optimismo de anuncio empieza a vérsele las costuras, en esta canción más que nunca. ‘Carreteras infinitas’ es un tema pegadizo y bien construido pero azucarado de más y extrañamente condescendiente, en tanto que su letra pretendidamente graciosa contiene tantas rimas y referencias ridículas que a cualquiera podrá pasársele por alto lo cuestionable de la primera frase de su estribillo («tengo una chica y una pistola»), una frase que, por otro lado, no me sorprende del todo leyendo el homenaje lleno de pollas que publicó el grupo junto al estreno de la canción, un texto, como esta, de una ranciedad supina». JB
«Sidonie lo tienen. Bueno, lo suelen tener. Son unos grandes fabricantes de canciones pop robustas y pintureras. Pero esta vez el intento se les ha quedado lejos de sus resultados habituales. ‘Carreteras infinitas’ busca el guiño rápido, la complicidad generacional en su letra, en forma de crítica al elitismo del Primavera Sound y la RDL y de loa a todos esos buenos grupos que quedan fuera de su «política del buen gusto”: Lori Meyers, Love of Lesbian, Egon Soda, los propios Sidonie… Pero resulta todo demasiado simple. A pesar del intento de recrear el fuste de los grandes grupos de pop-rock español de los ochenta, la melodía y el estribillo son insípidos y su carga crítica se queda a medio gas. Como toda la canción». Mireia Pería
«Tengo la sensación de que Sidonie han ido bajando de perfil comercial a medida que a mí me iban gustando más y más. ‘Sierra y Canadá’, de su último disco, igual es mi canción favorita de la carrera del grupo. ‘Carreteras infinitas’ es una composición con una letra un tanto folclórica en sus autorreferencias -a ellos y a su escena- en la que confirman que a estas alturas pueden hacer lo que realmente les dé la gana. Habrá quien diga que lo «entrañable» es sinónimo de «aburrido» o síntoma de decadencia, pero el fondo pseudo-disco a mí desde luego no me lo parece». Sebas E. Alonso.