‘Puto’ revienta el Sonorama

Dos estrategias tan aparentemente sencillas como eficaces demostraron la noche del jueves en Sonorama lo que se necesita para triunfar en un festival. Por un lado, el idioma universal del tarareo hermanó a niños y abuelos. Por otro, el efecto catártico de un insulto, de un improperio, sirvió para saltar de alegría a la vez que se suelta la rabia.

La primera de estas estrategias sirvió al Dúo Dinámico para reventar la noche con un público, en las primeras filas, dividido a partes iguales entre jóvenes y mayores. ‘Resistiré’ o ’15 años tiene mi amor’ habían elevado el listón al máximo al iniciar su actuación, pese a que Manolo y Ramón todavía no habían afinado suficientemente sus voces, que estuvieron por debajo de lo esperado buena parte de la noche. Las décadas de experiencia se notan al ver con qué facilidad pasan de una canción a otra, introducen nuevos bloques temáticos en el concierto o frenan el ritmo para contar anécdotas.

Algunas partes se resentían ante el público más joven, como cuando daban rienda suelta a su repertorio más roquero. Pero la culminación llegó con el tema que escribieron para aquel festival de Eurovisión de 1968, en principio pensado para Serrat y que acabó cantando Massiel: ‘La la la’ hizo vibrar a la mayor parte del público del jueves, concentrado alrededor de este escenario. Ni siquiera la aparición de Eva Amaral para acompañarles en ‘El final del verano’ (antes lo hicieron Alberto Giménez, de Miss Cafeína, y Gabriel de la Rosa, de Shinova) logró esa comunión del auditorio.

Hubo que esperar hasta bien pasadas las 3 de la mañana para encontrar el otro momento álgido de la noche. Molotov no apelan a melodías luminosas o dulces sentimientos, sino a la rabia. Los Rage Against the Machine mexicanos lograron la respuesta del público (a veces, violenta: por las pantallas a los lados del escenario se podían ver los pogos y empujones de las primeras filas) a base de apelar a las entrañas, con ese ‘Chinga tu madre’ o el “¡Viva México, cabrones!” de ‘Gimme the power’. Dardos dirigidos contra los poderosos que lograron el éxtasis en ‘Puto’, donde literalmente todo el festival se vino arriba incluso tras reavivarse en los últimos días la polémica por su presunta homofobia. Aunque a nadie parecía importarle mientras gritaban “matarile al maricón”, aprovecharon para dejar claro que la canción “habla de la cobardía de mierda de los pinches gobiernos”. La contundencia de su directo, aun habiendo algún que otro sonido pregrabado (ese acordeón en ‘Frijolero’), no dejaba espacio para la duda.

Además de estos dos momentos, hay que destacar, muchas horas antes, la soberbia actuación del Niño de Elche. Aunque una parte de la primera fila estuvo copada por fans del Dúo Dinámico, el músico supo atraer al público del Sonorama con su versatilidad vocal. Francisco Contreras demostró en su repertorio, compuesto en exclusiva por canciones del notable ‘Voces del extremo’ (2015), un dominio completo de la voz y la improvisación. Junto a su banda, Niño de Elche ofreció el concierto más reivindicativo de la jornada: dedicó ‘Nadie’ al feminista Paul B. Preciado y cerró con ‘Que os follen’, que concentra la rabia ante el escenario social y político actual.

Poco después, Manel demostraron que siguen en plena forma. Guillem Gisbert y compañía son cada vez más Belle and Sebastian circa 2015 que Beirut en 2006 y esa transición es natural y admirable. Es cierto que ‘Les cosines’, ‘La serotonina’ o ‘Jo competeixo’, de su último disco, funcionan muy bien en directo, pero la apuesta ganadora está en canciones que ya son clásicas como ‘Al mar’, ‘Boomerang’ e incluso ‘Teresa Rampell’. Alejados por completo de los vientos y de la épica, los catalanes ahora trazan líneas funk y latinas en sus directos con elegancia. El final llegó con ‘Sabotatge’, su ‘Lambada’ particular y mientras los técnicos recogían el escenario, ‘Obsesión’ de Aventura despachó a los asistentes, quienes la corearon como otra más del setlist. María Clara Montoya.

Fotos: María Clara Montoya

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Marcos Domínguez