No hace falta irse muy lejos para visitar otros mundos. Con escuchar a Luke Slater vale. Desde finales de los años ochenta, el productor inglés, líder también de Planetary Assault Systems, lleva facturando algunas de las mejores composiciones de tecno de las últimas décadas. Solo hay que escuchar ‘Love’, su canción más popular en Spotify, para darse cuenta que su genio tras los mandos es… pues eso, de otro mundo. 9 de septiembre en The Loft.
Diplo no necesita presentación. Su trabajo como líder de Major Lazer, como remezclador y como productor de súperestrellas o de no tan estrellas habla por sí solo. Pero sí cabe destacar que el productor es un gran amante de Barcelona, fue en esta ciudad donde pinchó por primera vez fuera de Estados Unidos, y no hace falta decir que sus sesiones suelen ser una absoluta locura. Hay que verlo. 10 de septiembre en Razzmatazz Clubs (antes le encontrarás en Aire Pool Club).
La sensibilidad de Evripidis Sabatis para la canción pop lleva siendo una incuestionable desde hace un tiempo, particularmente desde la edición de su disco de 2011, ‘A Healthy Dose of Pain’. El músico y su grupo, His Tragedies, han vuelto este año con nuevo material, disponible en un nuevo largo titulado ‘Futile Games in Space and Time’ que contiene canciones tan memorables como ‘Bedrooms’, puro Jens Lekman, o la preciosa ‘1959’. 9 de septiembre en Pop Bar.
El genio venezolano tras discos tan sesudos a la par que fascinantes como ‘Mutant’ o ‘Xen’ visita Barcelona para pinchar con Ángel Molina en Trill, el programa de ritmos vanguardistas de Razzmatazz, en una sesión que este describe como una «alegre celebración de la música para mentes hermosas». «Estás invitado a expandir tu yo total», indica. No esperamos menos del autor de producciones tan fascinantes como ‘Vanity’, ‘Hymn’ o ‘Front Load’. 9 de septiembre en Rex Room.
Disco futurista desde los años 70. Es el arte de Escort, el grupo de música disco de Brooklyn liderado por Adeline Michèle. Su sonido presenta todos los elementos indispensables de la mejor música disco, esto es, ritmos infecciosos, bajos sugerentes, cuerdas lustrosas y melodías vocales infalibles, pero tratado todo con un gusto y una modernidad que lo hace puramente 2016. En pocas palabras, si no bailas esto estás muerto por dentro.