Sí es cierto que ‘La Sonata del Silencio’ cuenta con un guion notablemente más elaborado e interesante que sus primas de bajo coste; y que su presupuesto por capítulo tiene pinta de abultar lo mismo que una temporada completa de las dos producciones anteriormente mencionadas. ¿En qué se traduce eso? En buenas localizaciones, una ambientación bastante decente, un vestuario más que correcto y una leve grandilocuencia en lo que a planos y escenas se refiere. Eso por no hablar del casting, que incluye en su elenco de actores a Marta Etura, Daniel Grao y Eduardo Noriega.
Pero… ¿por qué la serie es tan soporífera? En primer lugar, porque algunos actores que descuadran el casting. Cada vez que sale Fran Perea a ejercer de malo malísimo se pone de manifiesto que, en algunos puntos, la dirección de actores (y la selección, ya puestos) ha flaqueado un poco. En segundo lugar porque la trama, aunque vendida como una historia eminentemente feminista (el papel protagonista es el de Marta Etura, que tiene que «abrirse paso en un mundo de hombres») no lo es tanto: el primer capítulo supera muy a duras penas el test de Bechdel. Y por último porque historias como estas hemos visto ya a porrillo: ¿otro culebrón ambientado en la posguerra? Qué obsesión. A ver si les da por crear un culebrón que venga del futuro, que eso sí que sería novedoso. 6.