El tema en cuestión no es demasiado complejo: una caja de ritmos de retro y unos melodramáticos acordes de piano que guían un medio tiempo ya típico de Abel Tesfaye. Su gran voz para el soul entona una historia sobre coches caros, relaciones a dos bandas y cocaína. Mucho más cerca de la sordidez de ‘Trilogy’ que del R&B romantiquillo de sus últimos discos. En cuanto a Daft Punk, lo que parece ser más reconocible son esos coros vocoderizados del estribillo y algunos sintetizadores de sabor añejo que suenan de fondo. La producción corre a cargo de sus hombres de confianza, Doc McKinney y Henry Walter, y pese a no tener un estribillo tan brillante como el de ‘Can’t Feel My Face’ no vemos una razón para que esto no sea un éxito si lo fueron ‘The Hills’ o ‘Earned It’.