‘Congrats’ es por tanto un álbum sencillo y disfrutable. La falta de pretensiones tras más de un lustro sin
sacar una referencia hace pensar que esté más pensado en tener nuevo repertorio para el contundente directo de la banda que por una necesidad creativa específica.
Quien haya visto a los de Toronto se dará cuenta de que sus discos parecen quedarse a medio camino de las sensaciones en vivo. La música de Holy Fuck tiene un componente físico que no se puede desdeñar. Su ámbito natural parecen ser los equipos de sonido de miles de watios, las hileras de altavoces sobre un escenario y el ambiente sudoroso de una discoteca o un festival.
Esto se confirma en temas como ‘Acidic’ o ‘Xed Eyes’, que no aportan demasiado a nivel creativo pero que prometen excitantes experiencias en directo. ‘House of Glass’ eleva ese nivel con ecos a Daft Punk, lo que la hacen más traducible a la experiencia casera.
No obstante, hay que destacar el arranque de ‘Congrats’, con tres temas que sacuden cualquier prejuicio: ‘Chimes Broken’, canción torrente de ritmo tribal que guarda una extraña tensión interna; ‘Tom Tom’, con su electricidad casi palpable y sus voces fantasmales; y ‘Shivering’, entre la electrónica pionera y el pop hipnagógico (así lo han dado en llamar) de gente como Broadcast.
Holy Fuck ha superado su primera década de vida sin perder un ápice de su energía. Tampoco se han movido de su sitio y eso puede decepcionar a algunos. Sus discos no son obras maestras pero la fidelidad a su propio estilo y el poder de su directo los hacen más valiosos que muchas flores de un día encumbradas sobre la base de unos méritos estilísticos más que discutibles.
Holy Fuck actúan este viernes 7 en Zaragoza y el 8 de octubre en San Sebastián.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Tom Tom’, ‘Shivering’, ‘House of Glass’
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