Un debut y una segunda novela. Alicia Kopf y Julio Fajardo Herrero, ambos treintañeros, han recibido elogios que ya quisieran muchos veteranos. Marcos Ordoñez sobre ‘Asamblea ordinaria’: “En pocos libros he escuchado latir así el aire turbio de este tiempo. ‘Asamblea ordinaria’ dará que hablar. Merecidamente”. Enrique Vila-Matas sobre ‘Hermano de hielo’: “En otro país, este libro habría cambiado incluso el curso de su historia”. ¿Exagerados? Sí, claro. Pero no demasiado…
Lo segundo que sorprende es su riqueza estilística y narrativa. En esta “expedición polar” conviven el ensayo y la autoficción, la frialdad documental y la calidez ficcional, las imágenes (el libro incluye fotografías y dibujos) y las palabras, lo épico y lo íntimo, los conquistadores árticos y antárticos (Scott, Amundsen, Shackelton) y los exploradores cotidianos: su madre, con quien mantiene una relación fría, y su hermano autista, “congelado dentro de si mismo”. Y lo tercero que sorprende es que no se hable más de este libro. 9
.Julio Fajardo Herrero pone cara a la crisis a través de estas tres historias cotidianas, “ordinarias”. Tres puntos de vista (cada historia está contada por una voz narrativa diferente, todo un acierto) que muestran de forma realista, directa y dolorosamente cercana los efectos que la actual crisis económica tiene sobre las personas y su entorno. Y lo hace desde al lado, como si escucháramos la novela a través de la pared del piso de un vecino al que van a desahuciar. El autor no analiza las causas ni propone soluciones, solo se coloca en las zapatillas de estar por casa de sus protagonistas. Son muy cómodas, sí, pero no te protegen de los golpes. Y los de esta novela duelen de verdad. 8.