Dos libros que te dejarán helado: ‘Hermano de hielo’ y ‘Asamblea ordinaria’

Un debut y una segunda novela. Alicia Kopf y Julio Fajardo Herrero, ambos treintañeros, han recibido elogios que ya quisieran muchos veteranos. Marcos Ordoñez sobre ‘Asamblea ordinaria’: “En pocos libros he escuchado latir así el aire turbio de este tiempo. ‘Asamblea ordinaria’ dará que hablar. Merecidamente”. Enrique Vila-Matas sobre ‘Hermano de hielo’: “En otro país, este libro habría cambiado incluso el curso de su historia”. ¿Exagerados? Sí, claro. Pero no demasiado…

‘Hermano de hielo’ (Alicia Kopf)

Otro debut asombroso. Si hace unas semanas fue la californiana Emma Cline con ‘Las chicas’, ahora es la catalana Alicia Kopf con ‘Hermano de hielo’ (Alpha Decay). Lo primero que sorprende de su primera novela, ganadora del Premio Documenta 2015, es su riqueza metafórica. Kopf escribe con un picahielo. Va rompiendo capítulos hasta quitar toda la capa congelada que la recubre. La capacidad de la autora para exprimir narrativamente las posibilidades metafóricas del agua congelada es impresionante. El hielo le sirve para reflexionar sobre el arte y los artistas, hablar sobre las relaciones familiares y poner imágenes evocadoras y llenas de lirismo a sus sentimientos: “He puesto el pie sobre hielo muy fino. Primero he resbalado. Ahora me hundo”.

Lo segundo que sorprende es su riqueza estilística y narrativa. En esta “expedición polar” conviven el ensayo y la autoficción, la frialdad documental y la calidez ficcional, las imágenes (el libro incluye fotografías y dibujos) y las palabras, lo épico y lo íntimo, los conquistadores árticos y antárticos (Scott, Amundsen, Shackelton) y los exploradores cotidianos: su madre, con quien mantiene una relación fría, y su hermano autista, “congelado dentro de si mismo”. Y lo tercero que sorprende es que no se hable más de este libro. 9

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‘Asamblea ordinaria’ (Julio Fajardo Herrero)

La foto que ilustra la portada de ‘Asamblea ordinaria’ (Libros del Asteroide) se puede ver casi como su prólogo visual. Desde ese plano general de una gran ciudad el autor pulsa el zoom hasta encuadrar en primer plano las tres historias que se narran de forma intercalada en el libro. La primera de ella relata los efectos que el desempleo, la precariedad laboral y el activismo político tienen sobre una pareja y su hijo pequeño. La segunda describe el proceso de fascinación que un joven informático experimenta por su jefe y su posterior desengaño. Y la tercera narra los problemas de convivencia y las desavenencias generacionales que surgen entre un joven desempleado y su anciana tía con quien se ha visto obligado a vivir.

Julio Fajardo Herrero pone cara a la crisis a través de estas tres historias cotidianas, “ordinarias”. Tres puntos de vista (cada historia está contada por una voz narrativa diferente, todo un acierto) que muestran de forma realista, directa y dolorosamente cercana los efectos que la actual crisis económica tiene sobre las personas y su entorno. Y lo hace desde al lado, como si escucháramos la novela a través de la pared del piso de un vecino al que van a desahuciar. El autor no analiza las causas ni propone soluciones, solo se coloca en las zapatillas de estar por casa de sus protagonistas. Son muy cómodas, sí, pero no te protegen de los golpes. Y los de esta novela duelen de verdad. 8.

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Publicado por
Joric