Si recordáis, entonces Neil Hannon nos decía que le había tomado seis años completar ‘Foreverland’ porque, básicamente, no veía razón para hacer las cosas rápidamente y, al contrario, había decidido hacerlas sin ningún tipo de prisa. Me parece muy curiosa, le digo, su portada, que por primera vez en mucho tiempo no tiene una foto suya. ¿No estaba interesado en llevar más allá el asunto de salir semidesnudo en una bañera, como en ‘Bang Goes The Kinghthood’? “Sopesé todas las opciones, pero…” En realidad, se trata de una imagen de un calendario que compró hace mucho tiempo en un viaje a EEUU y que estaba colgada en su estudio. Sintió que conectaba muy bien con la música del álbum. “Es curioso, porque intentamos averiguar de dónde venía, para el tema de derechos, y demás, pero nos ha sido del todo imposible porque es muy antigua. Así que la usamos, sin más”.
En realidad, parece uno de aquellos carteles de propaganda de entreguerras, por lo que sí parece que tiene esa conexión histórica que hay en algunos títulos de las canciones. “Aparentemente, es algo que nos suele ocurrir a los hombres de mediana edad, desarrollamos ese interés, no sé por qué”, decía entre risas. “Creo que de repente te das cuenta de que la vida es fútil y a lo mejor intentas encontrar tu lugar en la Historia, en la vida”. Pero es algo común a lo largo de su carrera, y aquí también hay varias canciones se inspiran en personajes o entes históricos, como Catalina La Grande, Napoleón o la Legión Extranjera. “Veo muchos documentales y libros históricos, porque me parecen muy interesantes. Respecto a la Legión Extranjera, tiene más que ver con un recuerdo infantil, con series y películas que veía en televisión, como ‘The Two Ronnies
’ o ‘Carry On: Follow That Camel’, que ridiculizaban el colonialismo británico. Huían para unirse a la Legión Extranjera, porque les llamaban cobardes. Y por eso mi letra es una metáfora sobre escapar y olvidarse de todo”.Sobre ‘Catherine The Great’, había presentado la canción diciendo que era “históricamente imprecisa”. Cuestionado sobre esa frase, confesó que, en realidad, la canción iba en parte sobre Catalina La Grande, la emperatriz rusa, y en parte sobre su novia, que se llama también Catherine. “Por el camino [de la canción], se confunden las dos. Verás, a veces me resulta difícil decir “eres genial, te amo de verdad, tu pelo es precioso…”, ese tipo de basura. Así que es más fácil esconderlo detrás de un personaje”. Aunque en verdad encuentra que Catalina La Grande era una gran figura. Le pregunto, en ese punto, que si sabía que habían descubierto en uno de sus palacios una habitación repleta de mobiliario inspirado en penes. “¡Oh, le encantaban la pililas!” [NdR: «Willies»], espeta entre risas. “Pero aparentemente todo aquello sobre los caballos, no era cierto…”, apostilla bromeando. “¡Qué alivio!”.
No le apetece, en cambio, hablar mucho sobre su videoclip porque le avergüenza muchísimo actuar. En él, lo que aparenta ser una escenificación de época, acaba revelándose como una mascarada para satisfacer a esa Catalina. ¿Es una especie de metáfora sobre las relaciones en las redes sociales? “Bueno, puedes verlo así también, pero… Lo escribí yo junto a Raphaël Neal, el director. Esta chica, Catherine, quiere ser como Catalina La Grande. Yo estoy enamorado de ella y trato de hacer posible esta fantasía, así que contrato a toda esta gente para que finjan estar en el siglo XVIII, hasta que todo se derrumba. No oculta ningún significado sociológico, o al menos no lo pretendíamos”. “Pero podemos hablar de redes sociales, si quieres, porque las odio”, se burla.
De nuevo, os recomendamos complementar este artículo con la primera parte de la entrevista, en la que hablamos sobre qué hizo durante el lapso de 6 años entre sus dos últimos discos y analizó sus 25 años de carrera.