En las últimas semanas hemos visto cómo «Beyoncy» (como la llama Trump) y su marido Jay-Z, Madonna, Lady Gaga, Amy Schumer y muchos más se habían mostrado en contra del candidato republicano y varios de ellos incluso habían apoyado a Clinton actuando en sus mítines. Hoy, por supuesto, se muestran desolados. Miley Cyrus, que aseguró que se iría de EEUU si ganaba Donald, permanece en silencio ¿preparando las maletas? Pero Madonna, por ejemplo, ha subido un selfie (cualquier excusa es buena) con un mensaje optimista: «Se ha encendido una nueva llama. Nunca nos rendimos». Otra que ha manifestado su pesar es Lady Gaga, que ha apelado a la espiritualidad, pidiendo una oración «por América». Cher ha mostrado también su decepción de forma muy expresiva. «Adiós América. Nos partirá en dos. Me tengo que ir».
Eso en cuanto a las estrellas más populares. Pero en el panorama alternativo la devastación por los resultados electorales ha sido, si cabe, mayor. A falta de saber la reacción de los 50 artistas que han participado en la campaña anti-Trump ‘30 Days, 30 Songs
‘, la más expresiva, sin duda, era Bethany Cosentino, mitad del grupo californiano Best Coast, que subía una foto suya llorando desconsolada desde la cama. Y aunque algunos empleaban el humor, como Ryan Adams, prediciendo un futuro apocalíptico, la gran mayoría, como Robin Pecknold (Fleet Foxes), Ed Droste (Grizzly Bear), Chromeo o Lykke Li (que, pese a ser sueca, tiene un hijo recién nacido en USA) han mostrado sus sentimientos subiendo un fondo totalmente negro en Instagram.