Mientras Beth Cosentino lloraba y artistas como Ed Droste o Robin Pecknold decretaban un apagón en Instagram, Azealia estallaba de gozo, subiendo a esa misma red social una imagen con los resultados electorales y explayándose con el siguiente texto, dirigido al mismísimo Trump (las mayúsculas son de Banks, las negritas nuestras):
«Primero de todo, querría disculparme con Donald Trump por todas las bromas estúpidas que hice (era broma). En segundo lugar, me gustaría disculparme por todas las otras veces en las que fui tan tonta como para dejar que los medios liberales influyeran en mi opinión sobre ti. Y tercero, estoy LA HOSTIA de orgullosa de ti. Primero, por ser géminis, segundo, por ser de NYC, tercero, por ganar la Presidencia y cuarto, por patear a los medios. La última parte es tu mayor victoria según mi criterio y debo decir que estoy VERDADERAMENTE animada por esto y me siento enormemente liberada. Gracias por hacerme saber que no estoy loca (incluso aunque tuve que afrontarlo unas cuantas veces) (Los) liberales mandan en Hollywood y ha supuesto UN FRÍO MUNDO PARA MÍ (estar) AQUÍ FUERA COMO SEGUIDORA DE TRUMP. Te deseo la mejor de las suertes y gracias de nuevo. Sinceramente – AB #TRUMP2017″
Por si Internet no había tenido bastante, minutos más tarde insistía haciendo suyo el lema de campaña de Trump: «Make Azealia Great Again». ¿Para cuándo un papel protagonista en una peli de Clint Eastwood?