Efectivamente, la joven artista sueca nos cuenta en este single su secreto para ser feliz: “fumo porros y como coño cada día, y cada día es lo mismo. Me lo paso bien y no me avergüenza. Enciendo canutos como si fuera Slim Shady; sí, soy una puta dama”. Todo un himno lésbico y cannábico que contrapone a una estética aparentemente dulce, una doble faz perversa que encaja bien con su contundente base hip hop y su fraseo autotuneado, a medio camino de Iggy Azalea y Die Antwoord, que se queda grabado a base de un viejo truco: la repetición obsesiva.
Sinceramente, no nos atrevimos a dedicar un artículo a Ångie hasta estar seguros de que esto no era un truco publicitario. Pero, efectivamente, ya parece una certeza que va en serio. Esta semana lanza ‘Housewife Spliffin´’ (“Ama de casa liando porros”: seguimos en la misma onda), un corte con producción del danés Birk Stenbæk, de sonido más R&B que también remite a la Lana del Rey de ‘Born To Die’. En su clip, de nuevo codirigido por la cantante y Christopher Nilsson, la vemos ejercer de un “ama de casa” muy sui generis, “sin marido y sin labores que hacer”. Con su peculiar estética, no hay más que verlo para comprobar que, efectivamente, domina mucho mejor el spliff que las labores del hogar. Aunque sólo sea por sus divertidos vídeos y su sensualidad, desde luego que merece la pena mantenerse atentos a su futuro.