Sobre el momento en que se equivocó, indica: «sonaron los primeros acordes y me escuché a mí misma cantando. El primer verso fue pasable, un poco tembloroso, pero estaba segura de que me asentaría. Pero en cambio me noquearon un cúmulo de emociones, un alud de tal intensidad que fui incapaz de lidiar con él. De reojo veía la gigantesca cámara de televisión, todos los dignatarios sobre el escenario y la gente más atrás. Desacostumbrada a este nivel de nervios, fui incapaz de continuar. No me había olvidado de las palabras que ya eran parte de mí. Simplemente fui incapaz de seguir».
Concluye: «cuando tomé asiento, sentí el humillante aguijón del fracaso, pero también la extraña realización de haber entrado y realmente vivido el mundo del que habla la letra». A la mañana siguiente, Smith cuenta que recibió el calor de muchos científicos de los Nobel. «Me dijeron que hice un buen trabajo. «Ojalá hubiera sido mejor», respondí. «No, no, contestaron, ninguno queríamos eso. Para nosotros, tu actuación fue una metáfora de nuestra propia lucha»».
Coque Malla, por cierto, ha acudido a Facebook para defender la actuación de Patti Smith:
«Cuando te atrancas en directo con una canción por la razón que sea (se te olvida la letra, te falla la voz o te pierdes sin más), y paras la actuación para luego continuar… se acabó. La magia se rompe, la tensión se pierde y todo el mundo está pensando en el error que acabas de cometer y no en los aciertos que están por venir… a no ser que seas Patti Smith y estés cantando ‘A Hard Rain’s Gonna Fall’ de Bob Dylan.
Lo digo totalmente en serio: es una de las actuaciones más maravillosas que he visto en mucho tiempo. Qué simbólico, que emocionante y cuanto talento. Atentos por favor a las caras de los príncipes y princesas, presidentes, jeques y gente de alta alcurnia en general, todos con un nudo en la garganta como si fuesen jovenzuelos revolucionarios.
Memorable».
Os dejamos de nuevo con la bonita actuación, que acumula 1 millón de visitas.