«Con gran tristeza, Billie Lourd confirma que su querida madre, Carrie Fisher, ha fallecido a las 08.55 de esta mañana. El mundo la amaba y se la echará profundamente de menos. Nuestra familia al completo os da las gracias por vuestros pensamientos y vuestras oraciones».
Carrie Fisher nació en 1956 fruto de una pareja popular formada por el cantante Eddie Fisher, un crooner al estilo Bing Crosby que triunfó en EEUU en los 50, y la acriz Debbie Reynolds, que se hizo mundialmente famosa como protagonista de ‘Cantando bajo la lluvia’ y que, a los 84 años, ha visto fallecer a su hija. Fisher debutó en el cine con solo 18 años en ‘Shampoo’, junto a Warren Beatty, e inmediatamente después logró el papel que marcó para siempre su carrera. También tuvo papeles significativos en ‘The Blues Brothers’, ‘Hannah y sus hermanas’ (de Woody Allen) o ‘Cuando Harry encontró a Sally’, si bien su estrella como actriz fue yendo de más a menos, debido a una conjunción de adicciones al alcohol y los antidepresivos con el trastorno bipolar que padecía, como reveló años después en su autobiografía en clave de humor, ‘Bendito alcoholismo’.
Aunque no resulte tan popular por ello, Fisher destacó también en su faceta de escritora de novelas, siendo ‘Postales desde el filo’ una de las más populares. Mike Nichols la adaptó para el cine en 1990, contando con Carrie como guionista y con Meryl Streep y Shirley McLaine en los papeles protagonistas, inspirados en Fisher y su madre. Como curiosidad, cabe destacar que estuvo casada con el músico Paul Simon, un matrimonio tempestuoso que solo duró 11 meses, aunque luego tuvo idas y venidas. De hecho, el propio Simon confesó que compuso algunas canciones sobre Carrie, como ‘Hearts and Bones’ (del álbum de mismo título publicado en 1983) y ‘She Moves On
‘ (de ‘The Rhythm of the Saints’ –1990–). «Si puedes lograr que Paul Simon escriba una canción sobre ti, a por ello. Porque es realmente bueno en eso», escribió en su ya citada autobiografía.Pese a sus esfuerzos y sus evidentes ingenio y carisma, Fisher nunca volvió a tener una relevancia mediática similar a la derivada de películas como ‘El Imperio contraataca’ y ‘El retorno del Jedi’. De hecho, su tristemente fugaz regreso ha sucedido cuando Disney se hizo con la franquicia propiedad de George Lucas y JJ Abrams rodó el episodio VII de la saga, ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza’ (2015), y ella volvió a tener un papel relevante como Leia Organa. Fisher volverá a encarnar a la princesa rebelde en el ‘Episodio VIII’, ya rodado, aunque quizá requerirá de un triste giro de guión de cara al siguiente capítulo de la saga.
Leia y su imborrable encarnación por parte de Fisher fue, es y probablemente será un verdadero icono cultural para varias generaciones, una figura de la que enamorarse y a la que emular, tanto por su atractivo físico como por su ingenio, carácter y valentía como mujer. Que la Fuerza la acompañe, allá donde vaya.