Más o menos esto es lo que debió de pensar TVE cuando alguien apareció con el guion de ‘El final del camino’: «oye, pero si esta serie lo tiene todo». Añadámosle que uno de los estrenos de series españolas más esperados (es un decir) de este 2017 es el de ‘La Catedral del Mar’, la adaptación de la exitosa novela de Ildefonso Falcones en Antena 3 y lo tenemos todo hecho: el ente público se adelanta al tema de moda, y encima en una serie producida -por vez primera- en colaboración con la TVG, la televisión pública gallega.
Lo que sucede es que ‘El final del camino’ deja un sabor agridulce. Vaya por delante que, como viene siendo costumbre en Televisión Española, la factura no está del todo mal. Los escenarios se ven medio creíbles y las localizaciones están lo suficientemente trabajadas como para que aquello no resulte ridículo. Sin embargo, en su contra hay que decir que en muchos otros puntos (personajes, tramas, planteamiento de los temas principales…) esta coproducción falla estrepitosamente.
Y cuando uno analiza ‘El final del camino’ detenidamente, hay un referente que va descubriendo en algunas escenas. A veces muy sutilmente, otras con un trazo más grueso. Ambientación, personajes e incluso secuencias de lucha con espadas, todo tiene un tufillo lejano a un ‘Juego de Tronos’ low cost (natural, a ver quién es el guapo capaz de gastarse en España lo que cuesta uno de los capítulos de LA SERIE de HBO) que tira para atrás. Especialmente en esas batallas acero mediante, con tantos movimientos de cámara que uno se plantea si tomarse una Biodramina para no marearse.
No obstante, hay que reconocer el trabajo de TVE a la hora de buscar nuevos frentes en los que luchar. Esta historia, al menos, tiene un punto diferente. Y teniendo en cuenta lo bien que le han funcionado a TVE las series históricas (‘Cuéntame’, ‘Isabel’) hay una posibilidad de que, con esta serie compostelana, den el campanazo. Ahora bien, que alguien recuerde que, si de verdad la serie transcurre en Compostela, entonces estamos viendo muy poquita lluvia.