‘Internacional’ es una nueva muestra de la paradójicamente fuerte personalidad de Anntona, de ese tipo de canciones que no pegan tanto en el repertorio de Los Punsetes pero que pueden terminar encandilando al mismo tipo de público. ¿Qué las caracteriza? Si recordamos piezas de otros discos como ‘Podía volar’, ‘Y además bastante fea’ o ‘Arruino todo lo que encuentro‘, una curiosa mezcla de humor canalla y patetismo que aquí vuelve a aparecer identificable en canciones como ‘Una mierda como un castillo’, ‘Imbécil internacional’ -en la que resuenan coros tipo «voz interior» a lo ‘Stereosexual’ de Mecano- o ‘Mi pequeño pene y yo’, la canción más odiosamente pegadiza de los últimos meses después de ‘Perfect Illusion’ de Lady Gaga.
Entre las más ilustrativas está ‘No me aguanto’, cuya letra no puede caer más bajo ni dar más pena: «encontrarme con mi cara cada día (…) eso sí es un problema relevante», «me molesta todo lo que digo / me sonroja todo lo que opino», «no me gusta quién soy ni lo que siento», «no me aguanto, no me caigo bien, no me llamo nunca para echar un café». ¿No es lo más triste que escucháis desde ‘Ni un día más’ de Alaska? Por suerte, podemos pensar que no está exenta de humor, sobre todo si la relacionamos con ‘La angustia es poderosa’, que incluye igualmente frases como «quiero saber dónde está mi sitio, no quiero ser mejor ni peor que los demás», pero acompañada de unos coros a lo Daft Punk totalmente ininteligibles, que parecen haber sido añadidos en plan coña o autoparodia.
La producción del disco es un acierto. Aunque Anntona no siempre se ha dejado impregnar del sonido Cineplexx (Sebastián Litmanovich ejerce de productor), sonando a lo de siempre, y algunas voces y guitarras de hecho parecen emerger desde el fondo de la tierra sin motivo, haciendo flaco favor a las composiciones, ‘Internacional’ es un disco de lo más variado. Aquí hay ecos de rumba (‘A ver qué pasa’), synth-pop a lo Lio (‘Mi patria en mis gayumbos’), bossa (‘Mi pequeño pene y yo’), jangle pop (‘Una mierda como un castillo’) o canción melódica (‘Aceras anchas’), con voces incluso producidas al estilo trap con bien de efecto vocal (la divertida y playera ‘Mató al Fary’ inspirada en la olvidadísima serie ‘Menudo es mi padre’). Todo ello, especialmente la vertiente más electrónica, la del single principal o ‘La angustia es poderosa’, aporta un toque de frescura y versatilidad a las composiciones de Anntona, contribuyendo a que estos 35 minutos sean de lo más ligero, para bien.
Esta vez no le han salido canciones tan bonitas como ‘Tú hueles mejor’ o ‘Podía volar’ (aunque hay un par de intentos), y algunos chistes se quedan en la broma privada, como esa canción-saludo o esa mención random a Facto Delafé en ‘Una mierda como un castillo’. Y sin embargo, ‘Internacional’ sigue haciendo de Anntona un proyecto necesario que nos recuerda la importancia del humor en la música pop y de saber reírse de uno mismo en cualquier plano de la vida.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Mi patria en mis gayumbos’, ‘No me aguanto’, ‘Una mierda como un castillo’, ‘La angustia es poderosa’
Te gustará si te gusta: Un pingüino en mi ascensor, José Luis Perales, Cineplexx, Ojete Calor
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