Hoy, Día Contra el Cáncer, recomendamos dos libros sobre esta enfermedad. También hay que recordar el trabajo de Marion Fayolle, uno de los mejores cómics del pasado año (aparece en todas las listas), abordando los últimos años de su padre, víctima bastante joven de un cáncer de pulmón.
Lo más destacado de la novela de Hayden es el tono vital y el humor a pesar de tener que enfrentarse a situaciones dramáticas, y no solo exclusivamente cuando se confirma el diagnóstico del cáncer. El foco se centra en el poder de influencia que acaparan sus tetas desde que es una cría, con las dosis justas de tragedia.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: La emotividad que texto y viñetas despiertan. A pesar de hablar en primera persona, no es para nada un ejercicio narcisista. Las protagonistas son sus tetas, pero también lo son las personas que rodean a Hayden.
Lo peor
Lo más convincente y adictivo para el lector en ‘Que no, que no me muero’ es la postura sincera de Lupe, la soltura de razonamientos y los diálogos consigo misma, revelando un nivel muy alto de autenticidad. Alcanza, junto a los dibujos en color de Javi de Castro, una inmediatez instantánea que por suerte huye de consejos y moralejas.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: Deja claro que hay dos realidades, la del paciente y la de las personas que rodean o tratan al enfermo. Después de la exposición de María Hdez. Martí, no debería haber un diálogo de sordos cuando nos toca convivir con alguien que está diagnosticado, o incluso con quien no lo está. También destacamos el grado de empatía, reduciendo la carga dramática, tanto del relato como del dibujo.
Lo peor: Forzar el título de cada relato con cada una de las letras del abecedario.
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