El humorista plantea a un Donald Trump abiertamente racista, situándole «aireando el despacho oval» nada más llegar por el olor «a cuerazo» que había dejado la familia de «niggas» anterior «todo el día bailando y con el baloncesto». A sus trucos para mantener el pelo «fosco y doradito, erotismo 10», hay que sumar grandes frases como «¿cómo que parece que estoy loco? Estoy loco, hostia», ese momento en el que se dirige a nosotros como «ciudadanos de países inferiores, o sea, todos» o el juego con el botón de la guerra nuclear.
Aunque lo mejor son la peineta y el «plot twist» del final, dejándonos un desenlace un poco ‘American Beauty’, tenemos que destacar por supuesto los recursos musicales. Céline Dion aparece dos veces, no precisamente en sintonía con Trump, mientras el tema principal de la imitación es ‘No Limit’ de 2Unlimited, seguramente como metáfora de un delirio que no, tampoco parece conocer limites.