Gracias sobre todo al apoyo de las radios, que se ha producido -insisto- de manera muy paulatina, sorteando contratiempos tipo el cambio de año, este es el 30º top 10 de Rihanna en Estados Unidos. Supera así los logrados por Michael Jackson y se acerca a los Beatles (34) y Madonna (38), a los que superará en un par de discos, si no antes.
Pese a que la canción ha sido top 20 en Francia y en Alemania lo ha rozado (puesto 21), cabe destacar el pésimo funcionamiento de la canción en Reino Unido, donde solo ha sido número 175 aunque la radio británica sí le llegó a dar una oportunidad antes de Navidad.
Pero sin embargo, la única responsable de que este temazo no haya terminado de explotar hasta ahora en Estados Unidos (y ojo porque se baraja un top 5, en las radios sigue sumando apoyos), y no lo haya hecho de manera internacional, es la propia Rihanna. La cantante no ha presentado un videoclip para la canción, imprescindible en los países en que cuenta Youtube y en los que no, y no mueve un palmo para promocionarla desde que la interpretó al completo en los premios Billboard de mayo de 2016 (¡hace casi un año!) y la incluyó en uno de sus medleys de los premios MTV el pasado mes de agosto. Ha estado tan fina que… ¡ha borrado la excelente actuación de los premios Billboard de su canal de Youtube! ¿No habría sido buena idea recuperarla en los Grammy? ¿Presentar un vídeo a la altura coincidiendo con este inesperado éxito? Tú sigue dándole a la petaca, chica…